El tourbillon es unos de los avances más importantes en el escenario relojero, a cargo de un hombre visionario llamado Abraham-Louis Breguet. Desde su época, y hasta el día de hoy, se reconoce por la fuerte influencia en la relojería. Destacó por ser hábil en los negocios y por tener una mente brillante, logrando trascender con signos inconfundibles a través de la mecánica. Sus hallazgos registraron varias patentes, y con la delicada estética conquistó miradas de clientes y personalidades que forman parte de su historia.
Entre las muchas innovaciones se registra el tourbillon, una obra maestra revolucionaria que celebra 220 años. Una manera de celebrarlo son las piezas exclusivas que ha creado la Casa relojera suiza. El nuevo Classique Tourbillon Extra-Plat Anniversaire 5365 es una manifestación de la experiencia en perfeccionar y embellecer la tradición relojera.
Los descubrimientos de Breguet plantean un nuevo panorama. En resumen, la relojería no sería la misma sin sus aportaciones: el regulador de tourbillon, el patentado en 1801, o el 7 de Messidor An IX, utilizado en el calendario republicano francés que hasta ahora se encuentra vigente.
La patente consistía en contrarrestar el problema de la gravedad que afectaba la precisión de los relojes. Recordemos que en aquella época los relojes se llevaban en el bolsillo en una posición vertical, es decir, aún no se portaban en la muñeca. Breguet tuvo la genial idea de poner el escape dentro de una jaula con una rotación completa cada minuto. La invención se basó en la lógica astronómica, es decir, en el sistema planetario y su relación con la rotación del sol.
Si partimos de la idea de que un tourbillon es un arte delicado lleno de desafíos y, por supuesto, uno de los mayores reconocimientos en la relojería, Breguet es conocedor y domina magistralmente ese arte.
Este modelo es una nueva versión y vale la pena mencionar las evoluciones que presenta. Limitado a solo 35 piezas, se presenta con una estética temporal con una caja de 41 mm de oro rosa de 18 quilates, claramente con los atributos con los que Breguet sabe deleitarnos.
El reloj se presenta con superficies pulidas, decoradas con un patrón estriado fino. La carátula es una expresión creativa de alta precisión, en el caso del modelo Classique Tourbillon Extra-Plat Anniversaire 5365, Breguet ha optado por dos patrones clásicos: Clou de Paris y Grain d’orge, ambos aplicados cobre una base de oro de 18 quilates.
Al centro de la carátula, el Clou de Paris, ¿qué lo hace especial? La manera en que ha sido trabajada, realizado a mano con un cincel de diamante, se crea entrelazando líneas grabadas y cruzadas con un paso de solo 0,25 milímetros. El resultado es una fina textura mate que facilita la legibilidad.
Con el propósito de separar aún mejor las indicaciones, la periferia de la carátula está realizada con un motivo de Grano d’orge (o grano de cebada). Finalmente, el último de los signos inconfundibles son las firmas secretas, visibles solo en ciertos ángulos, enmarcando el marcador de las 12 horas.
Al reverso, el rotor de platino luce un motivo ondulado. En la misma vista, el deleite se encuentra en todos los detalles.
Breguet Classique Tourbillon Extra-Plat Anniversaire 5365
Movimiento: Automático con masa oscilante periférica.
Calibre: 581
Frecuencia: 28.800 A/hora.
Reserva de marcha: 80 horas.
Caja: 41 mm en oro rosa.
Carátula: En oro, grabada a mano con mención especial del grabado “Brevet No 157” sobre el tourbillon. Manecillas Breguet de acero azulado. Puente de tourbillon de acero pavonado.
Correa: Piel con cierre desplegable de triple hoja en oro rosa.
Estanqueidad: 30 metros.
Edición limitada: 35 piezas, numeradas del 1/35 al 35/35.
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