Los relojes esqueletados son irresistibles. Y no solo porque nos dan la posibilidad de asomarnos a los secretos de un mecanismo, sino porque parecen esculturas. La mayoría de las grandes marcas tienen uno o varios modelos de este tipo, pues su fabricación demuestra que dominan un arte que atrae a conocedores y que es sinónimo de prestigio.
Aunque hoy en día lo normal es que el proceso de esqueletado de un mecanismo se haga con máquinas CNC (Computer Numerical Control) de enorme precisión, los acabados se realizan a mano. Esto incluye técnicas como el anglage, que consiste en biselar los bordes y ángulos internos de las placas y los puentes calados en diferentes ángulos. Para ello se usan diferentes abrasivos, maderas y pastas de diamante especiales. Aquí hemos seleccionado cuatro relojes que son ejemplos muy destacados de esqueletados con estilo contemporáneo.
Bvlgari Octo Finissimo
El Octo Finissimo apareció en 2014 y ya ha impuesto siete récords mundiales en la categoría de relojes ultraplanos, incluyendo complicaciones como repetición de minutos y calendario perpetuo. Pero no sólo eso. Su diseño octagonal ultracontemporáneo, inspirado en la Basílica de Majencio en Roma, es tan único que rápidamente se convirtió en un clásico masculino del siglo XXI.
Bvlgari se ha dado tiempo para crear versiones esqueletadas como ésta, que encarna exquisitamente la idea de la sencillez compleja. Su mecanismo, el calibre BVL 128 SK de carga manual, mide 2.35 mm de grosor. Una vez montado en la caja de titanio, esa medida aumenta apenas a 5.37 mm. Los puentes están decorados con cepillado circular y terminación achaflanada. Además de indicar horas y minutos, tiene pequeño segundero entre las 7 y las 8 e indicador de la reserva de marcha de 65 horas a las 9. Su diámetro es de 40 mm, y la correa está hecha en piel de aligátor.
Cartier Pasha de Cartier
La marca francesa ha traído de vuelta el Pasha con gran tino. Los nuevos modelos respetan los códigos del reloj original de 1985, como el principio del cuadrado de la minutería ferrocarril dentro del círculo de la caja, la cubierta de la corona con cadena y los “clous de Paris” del brazalete. Y ahora cuentan con dos sistemas que le añaden versatilidad. Uno se llama QuickSwitch y sirve para intercambiar fácilmente el brazalete o la correa ejerciendo una simple presión; el otro, SmartLink, permite ajustar el largo del brazalete sin necesidad de herramientas.
En esta versión, los números arábigos, los índices y la minutería han sido calados y forman un todo al que se une el calibre 9624 MC, un mecanismo esqueleto de carga automática. Es una solución escultural y contundente, muy al estilo de Cartier. La caja de 41 mm es de acero y la corona está engastada con un cabujón de zafiro. Además del brazalete de acero, se puede usar con una correa de aligátor.
Girard-Perregaux Laureato Skeleton Ceramic
Este es el primer Laureato Skeleton fabricado totalmente en cerámica negra, un material con ventajas como la resistencia a los rayones, la ligereza y que es hipoalergénico. Además, luce muy bien en un reloj así, que combina bisel octagonal con caja redonda y un brazalete integrado con mucha personalidad. El Laureato es un digno hijo de los años 70, la década en que nació. Por supuesto, ha sido modernizado estética y tecnológicamente por la marca para mantenerlo relevante.
Su movimiento es el calibre GP01800-0006 automático. El esqueletado es excelente. El mecanismo fue tratado con un proceso galvánico para igualar el color al de la cerámica y crear un all black muy especial. Se puede ver el tren de engranajes rodiado, el volante a las 12 y el resorte del barrilete entre las 5 y las 6. Hay un segundero pequeño a las 10. El rotor, de oro rosa de 18 quilates, también es esqueletado para que no obstruya la vista. Mide 42 mm de diámetro y las manecillas ofrecen buena legibilidad, algo que es difícil de conseguir en una pieza de este tipo.
Franck Muller Vanguard Seven Days Skeleton V45
Futurista a más no poder, este Vanguard de Franck Muller combina una caja hecha en carbono con un impresionante mecanismo esqueletado de carga manual. Los puentes biselados a mano revelan los secretos del movimiento manufacturado in house, además de un segundero pequeño a las 6 y un indicador de reserva de marcha entre las 8 y las 9. Estos puentes tienen un diseño arquitectónico que dota al reloj de un carácter único. Las manecillas de horas y minutos son caladas, y tienen un toque de material luminiscente en las puntas.
La correa está perfectamente integrada a la caja y mantiene el aspecto curvado y ergonómico de la pieza. No hay que olvidar que su reserva de marcha es impresionante: nada menos que siete días. Mide 44 x 53.70 mm, por lo que lucirá imponente en la muñeca.
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