Además de dar una vuelta cada minuto, contar con la escala de 60 segundos y ser una manecilla que da fe de la vida del reloj, del latir de su corazón y de su trabajo con el paso del tiempo, el segundero es una manera de continuamente hablarnos del paso del tiempo. Ninguna otra manecilla lo hace así de manera permanente y, de hecho, es la única que nos puede decir al momento si el reloj está trabajando o no.
El origen de la manecilla de los segundos se remonta a la historia de la relojería, es decir, a los relojes de bolsillo, a esos mecanismos que inventaban, como una pieza de metal que podría llevar cuenta del paso del tiempo. Sin embargo, no siempre ha estado presente en la carátula; algunos la consideraban ya una exquisitez del trabajo después de la manecilla de las horas y minutos que, para una tecnología como esta, eran ya lo esperado de un reloj.
Sus primeras apariciones listan a los relojes como “complementada con una rara manecilla de segundos”, en aquellos relojes de bolsillo alrededor del año 1770, un siglo donde los científicos dedicados al desarrollo de muchos aparatos de medición en Inglaterra eran los que inventaban e innovaban. Así nace una manecilla que, aunque hoy vemos normal, no usamos realmente los segundos en nuestro día a día, menos en función permanente y, ocasionalmente, en los que son cronógrafos, pero es a demanda de quien los activa para medir un periodo de tiempo constante.
¿Complicación deseable o función requerida?
Diríamos que los segunderos son ahora pieza clave de muchos de los relojes que tenemos, casi todos tomados del perno central, desde donde también se toman las manecillas de 60 minutos – minutero y las de 12 horas – las del meridiano noche o día – comúnmente. A pesar de ello, un reloj bien podría quedarse sin segundero y seguir mostrando un tiempo y el paso de cada minuto y hora, que son los realmente importantes para nuestra planeación día a día.
Pero centrémonos en la belleza de un segundero pequeño, que realmente son exclusivos, agregan elegancia, hablan de la buena y constante cronometría de un reloj, encantan al ojo y dan una visión limpia a la carátula. Imagina su carátula con las manecillas de las horas y minutos y, justo a las seis horas, contar con un segundero pequeño. Muchos movimientos de ahí es de donde pueden mostrar la rueda de segundos del mecanismo y es relativamente fácil mostrarlos, de hecho, tuvo que haber una evolución para los segunderos que se toman del centro.
La subcarátula de la vida
Sí, así es, la manecilla de movimiento permanente es el segundero, en su posición a las seis horas ha sido reconocido y apreciado. Si se descentra en otra posición, también es muy apreciado y, aunque no sea sólo acompañando a las horas y minutos, el segundero siempre es un gusto tenerlo. De hecho, esta subcarátula lleva históricamente distintas escalas según la casa que las produce, es decir, diferentes marcadores en su recorrido. Algunas marcas ponen únicamente a las 12, 3, 6 y 9, mientras que otras en cada segundo de manera muy fina, y otras que se hicieron famosas por el “Doctor´s Watch”, que es cruzar la subcarátula de norte a sur y este a oeste dejando 4 partes iguales, lo que resultó muy útil para medir el pulso de un paciente sólo contando los latidos en un cuarto del círculo y multiplicando por cuatro, para así calcular las pulsaciones por minuto y no contar todo el minuto entero. Así se le fue dando valor funcional a una bella manecilla que habla permanentemente cuando el movimiento esta trabajando. Hoy, quizás, esta manecilla permanentemente activa siempre contará con un lugar especial dentro de una colección.
“Small Seconds” imprescindibles
Calatrava de Patek Philippe
Un gran ejemplo de elegancia, funcionalidad, y además necesidad de lectura de segundos, es el Calatrava de Patek Philippe que luce, en gran parte de su colección, esta manecilla a las seis horas con distintos tipos de indicación para el paso de los segundos. Sin duda, son carátulas limpias, exclusivas y de gran lectura al ojo. Perfecta armonía.
Breguet Classique
La casa fundada en 1775 hoy tiene un excelente ejemplo, reloj y movimiento en su familia Classique que nos ofrece el pequeño segundero, pero descentrado a las cinco horas. Con ello hace único el sello de la marca en diseño, cambia la estética, innova en la lectura y lo hace aún más exquisito el poder ver los segunderos. Perfecta legibilidad.
Omega Seamaster Aqua Terra
Si queremos algo actual, robusto y resistente al mar, el mejor ejemplo lo tenemos este verano en Omega Seamaster Aqua Terra con segundero pequeño, una gran pieza que agrega elegancia y clase a su carátula con el segundero en la subcarátula a las seis horas, que además combina en color y tonalidades con todo el reloj. Sin duda, esto convierte al Aquaterra en un reloj especial cuando lleva esta complicación, se ve mas audaz y, además, en la misma esfera de segundos pone el fechador. Con ello hace más armónico el diseño del reloj conservando los valores de esta pieza Seamaster.
Panerai rey de los “Small Seconds”
La casa en varias de sus colecciones el dial de los “Small Seconds” no sólo es una función adicional, sino casi un ícono de diseño en varias de sus familias como los Submersible, Luminor y Radiomir. Basta ver el reciente Submersible Bronzo para comprender cómo, en el caso de Panerai, a las nueve horas el segundero salta a la vista. La simetría de la marca, la gran legibilidad y el diseño característico hacen que sobresalga la función de segundos descentrada, en muchas ocasiones balanceando la ventana de la fecha a las tres horas. Casi diríamos que la subcarátula de los “Small Seconds” es parte del DNA de Panerai.
Bell & Ross BR S
En esta marca que inspira varios de sus relojes en los instrumentos de aviación, con su icónica caja cuadrada y carátulas redondas, justo como los marcadores dentro de las cabinas de aviones, su reloj BR S también cuenta con segunderos pequeños a las seis de la tarde, dando un estilo técnico, pero de exactitud a la lectura, presentándose en distintos colores, como los 100% negro, el llamado Black Matte o el inspirado en las tonalidades del desierto en caja de cerámica, su BR S Desert Type.
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