Los relojes Rolex están diseñados y fabricados para durar. Desde el diseño de un reloj Rolex hasta el momento en el que sale del taller, cada paso de su desarrollo y de su fabricación sigue un solo requisito critico: la calidad. Es por ello que cada uno de los relojes estampados con la corona está preparado para cumplir plenamente con sus funciones sin límite de tiempo, transmitirse de una generación a la siguiente y vivir, así, varias vidas.