¿Cuántas veces has escuchado la palabra reserva de marcha? Es uno de los muchos términos en relojería al cual no se le presta atención, se subestima su importancia y se sacrifica comodidad. Sin embargo, es una de las funciones más útiles que podemos tener en nuestro reloj, y si hablamos de carga manual, cobra el doble de importancia.
Cuando tenemos un reloj automático y lo usamos de manera frecuente, las probabilidades de que dispongamos de energía almacenada son más altas, ya que obtenemos la energía a través de una masa oscilante que al mover la mano gira sobre un eje central por la parte trasera de un reloj y ésta es la encargada de generar la energía. Esto es contrario al mecanismo manual, en el que somos los responsables de impulsar el muelle del barrilete.
La energía de un reloj mecánico se tiene que almacenar en alguna parte del mecanismo, esto se hace en el muelle. Obviamente, si tenemos más muelles, o de mayor magnitud, tendremos mayor reserva de marcha o autonomía, como también se conoce. El término estricto, es la duración del funcionamiento de un instrumento de medida del tiempo con sus reservas de energía propias, sin suministro externo.
Si tu reloj es manual o automático, necesitamos tener energía suficiente para desplegar las diferentes funciones básicas, como la hora, los minutos o algunas complicaciones que necesiten aún más. Si hablamos de practicidad, verás el importante valor que adquiere. Por ejemplo, es viernes, mañana quieres hacer un cambio de reloj. Si cuentas con una autonomía de 50 horas, puedes dejarlo confiadamente y agradecer que el lunes lo vuelvas a usar y siga andando sin necesidad de darle cuerda. Es, sin duda, un placer para los conocedores.
Reserva de marcha en los relojes
¿Cuándo se registra el primer reloj con indicación de reserva de marcha en la carátula? Desde 1948, con el calibre LeCoultre 481 en el modelo Powermatic. Este reloj permitía ver, mediante el indicador a las 12h, cuando la reserva estaba al borde de terminarse la autonomía mediante un color rojo.
Uno de los retos para las Casas Relojeras es obtener una autonomía de mayor número de horas o días. Regularmente, encontramos entre 38 y 42 horas, pero tenemos piezas excepcionales como Hublot, en su modelo MP-05 La Ferrari, que permite una reserva de marcha de 50 días. A. Lange & Söhne Lange 31 nos ofrece 31 días, Amadeo Fleurier Braveheart de Bovet ofrece veintidós días de autonomía, Luminor 1950 10 Days de Panerai diez días, Big Crown ProPilot de Oris diez días, Master Eight Days Perpetual de Jaeger-LeCoultre ocho días, L.U.C. Quattro de Chopard nueve días y el Gran Reloj de Aviador Edición Le Petit Prince de IWC siete días.
Esta indicación suele implementarse en la carátula de manera circular, abanico o alguna forma de mayor originalidad, o puede albergarse en la parte trasera del reloj por cuestiones estéticas y con la intención de no sobrecargar la carátula. Es muy útil si no quieres hacer ejercicio de memoria y recordar la última vez que le diste cuerda. Si bien es cierto que la reserva de marcha es funcional, también sirve para preservar el buen funcionamiento de nuestro guardatiempo, es decir, al visualizar la reserva de marcha evitamos forzar los muelles, y es que lo podemos hacer al punto de averiarlos.
Si ya tienes más de dos relojes, te puedo recomendar un caja giratoria. Existen muchas marcas, de diferentes costos y estilos, incluso con diferentes programas que se adaptarán a tus necesidades. ¿Cómo funcionan? Mantiene tu reloj en rotación a favor y en contra de las manecillas de reloj. Muy útiles para los relojes que no tienen la tecnología de silicio y requieren de ayuda para que los lubricantes del mecanismo no generen un problema en mecánica interna del reloj.
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