Las diferencias entre sonería, repetición y relojes musicales son fáciles de entender una vez que se conoce el funcionamiento. Básicamente son tres vertientes de las complicaciones acústicas del reloj, y son tan diferentes como similares. A continuación te comparto conceptos básicos para que puedas reconocerlas.
Repetición de minutos, complicación histórica
Los repetidores indican el tiempo a demanda y, pueden brindar información de: horas, cuartos de hora, décimales, periodos de minutos y minutos. Ello es emitido mediante tres sonidos diferentes: las horas se señalan típicamente con un tono bajo, los cuartos de hora con una secuencia de dos tonos y los minutos con un tono alto.
La información del tiempo es “traducida” mediante pequeños martillos de acero en gongs de diferente afinación: bobinas de acero que se curvan en forma circular a lo largo de la circunferencia interior de la caja. Con sus diminutos bastidores de formas intrincadas y sus levas de caracol, sus ruedas, el mecanismo de golpe de un repetidor de minutos es una las complicaciones más complejas.
Los repetidores de minutos comparten una larga tradición con una gama de otros relojes, más comúnmente conocidos como relojes de sonería, de los cuales se consideran uno de los más sofisticados. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVII. Los primeros ejemplos de relojes de sonería fueron los repetidores silenciosos, que marcaban la hora en el interior de la caja produciendo un sonido amortiguado y solo podían detectarse si se sostenía el reloj en la mano. Lo que permitía a personas como cortesanos, consultar discretamente el tiempo en su bolsillo durante los tediosos consejos reales sin ofender al monarca.
De campana a gongs
Con el tiempo, se introdujo una campana, generalmente unida a la cubierta trasera interior del reloj, para que el martillo golpeara y nacieron los primeros relojes con repique. La evolución produjo relojes que no solo marcaban las horas, sino también los cuartos, medios cuartos y cinco minutos. Los primeros ejemplos de repetidores de minutos aparecieron a mediados del siglo XVIII. A finales del siglo XVIII, A.L. Breguet diseñó un mecanismo que accionaba las horas, los cuartos y los minutos sustituyendo la campana por un juego de gongs de alambre enrollado reduciendo así el espacio y proporcionando diferentes tonos. A finales del siglo XIX, el mecanismo de repetición de minutos se había perfeccionado a su configuración actual.
Montar un repetidor de minutos le llevará a un relojero de 200 a 300 horas de trabajo, solo es posible después de décadas de experiencia requerida para alcanzar un nivel suficiente de habilidad relojera para realizar dicho trabajo. Se tienen que tomar en cuenta una multitud de consideraciones mecánicas, se realiza mediante la aplicación de una práctica científica rigurosa.
Sin embargo, en la etapa final, el análisis cuidadoso de la calidad del sonido, se demuestra que un reloj nunca suena exactamente como otro. Incluso la misma referencia de reloj en la misma caja de metal será sutilmente diferente, como una huella dactilar humana. A principios de la década de 1960, la tradición de fabricar repetidores de minutos prácticamente había desaparecido. Sin embargo, Philippe Stern, ex presidente de Patek Philippe, decidió relanzar su producción para conmemorar el 150 aniversario de la compañía en 1989 y reintroducirlos en su colección de relojes de pulsera.
El montaje de la repetición
Cada reloj es único y exige una combinación perfecta de innovación tecnológica y toque humano. Solo cuando todos los componentes están terminados, ensamblados y configurados de manera óptima, se puede lograr un golpe de precisión y crear el sonido perfecto.
Antes de que los gongs puedan producir el sonido más puro posible, deben colocarse en el reloj y luego sintonizarse perfectamente en su posición final. Este proceso de acoplar, golpear, desmontar y reajustar los resortes puede durar días o incluso semanas.
Afinación
Los gongs son difíciles de afinar y requieren un oído fino y manos sutiles para revelar su verdadero carácter. Hay dos gongs en la mayoría de los repetidores de minutos que deben ser ajustados a mano por un relojero experto para que estén en resonancia armónica completa. La fuerza de golpe de cada martillo también debe ajustarse individualmente para no dominar los gongs, enviándolos a una sobrecarga. La sensibilidad de la mano y el oído son de gran importancia en esta etapa crítica de dar vida a un repetidor de minutos.
Como con cualquier reloj que golpea, algo debe golpear los gongs; y en este caso, son los martillos. Como generalmente hay dos gongs en un repetidor de minutos típico, hay dos martillos. Al desarrollar el mecanismo de golpe, el peso y la posición de cada martillo deben adaptarse perfectamente al gong correspondiente. Además, y posiblemente más importante, la fuerza del resorte que controla cada martillo debe ser exactamente proporcional al peso del martillo; de lo contrario, el sonido resultante será borroso, ya sea demasiado débil o demasiado fuerte. Una vez más, este ajuste de los resortes del martillo por parte de un maestro relojero es un factor importante que contribuye a la calidad general de un buen repetidor de minutos.
Tipos de gongs
Un reloj de pulsera solo puede acomodar pequeños gongs, llamados gongs clásicos, que representan un verdadero desafío cuando se busca un sonido rico y convincente. A principios de 2000 Patek Philippe desarrolló un nuevo mecanismo de golpe que ofrece una experiencia acústica diferente; el gong catedral. El gong de la catedral se diferencia de los gongs clásicos por su extraordinaria longitud. Los gongs de catedral envuelven el movimiento con una longitud equivalente a casi dos circunferencias y, por lo tanto, son dos veces más largos que los clásicos. El resultado es un tono rico con una reverberación particularmente larga.
La longitud inusual del gong de la catedral no es la única razón de su rico sonido: la aleación dará su sonido y resonancia particular. Ofrecer la experiencia acústica perfecta también depende del ritmo de la secuencia de repique. La velocidad a la que los martillos golpean los gongs está controlada por un pequeño gobernador centrífugo, que asegura que los gongs se golpeen en una sucesión uniforme en lugar de en una secuencia apresurada, y al contrario de otros sistemas clásicos, el gobernador centrífugo está un corte por encima del resto gracias a su funcionamiento extremadamente silencioso y estabilidad de control.
Sonerías
Pueden marcar acústicamente la hora del día en los relojes sin intervención del portador, pueden ser horas, horas y cuartos, o cuartos de hora. Las más empleadas son los relojes de alarma, gran y pequeña sonería. Comúnmente ofrecen modo silencioso.
- Gran sonería: cada cuarto de hora indica la hora y los cuartos de hora; cada hora indica la hora y cuartos.
- Pequeña sonería: marca horas y cuartos, cada cuarto de hora indica los cuartos correspondientes.
Alarma
Requiere de programación, pero suena automáticamente llegado el momento, no dice la hora, simplemente vibra-suena, generalmente tiene una fuente de energía asociada para la complicación.
Carillon
Básicamente reproduce una armonía más rica y variada en sonido entre los cuartos, el carillon simple puede contar con tres martillos, uno más complejo puede hacer sonar timbres catedral, generalmente replicando el sonido que produce la Catedral de Westminster.
Relojes musicales
Combinan un reloj tradicional o con más funciones, así como un sistema de peines y rodillos miniaturizado, tomado de las cajas musicales mecánicas. Las cuales son previamente afinadas y propuestas para tocar una o más melodías dependiendo su complejidad. Como ejemplos encontramos el fantástico Classique La Musicale Ref. 7800BA o el fantástico Opera de Jacob & Co.
Material para los gongs: pueden ser de diferentes metales, Patek utiliza acero y aleaciones patentados, Breguet a juego con la caja. Desarrollados por Abraham Louis Breguet, en reemplazo de las campanas al interior de los relojes en 1783.