En el marco del Día Mundial de la Bicicleta celebrado hoy 3 de junio, quisimos compartirte las similitudes que existen entre este medio de transporte y emoción sostenible y las de un reloj, porque seguramente al término de este artículo quedarás sorprendido de todo lo que comparten y la maravilla que representan.
El uso de la bicicleta no sólo presenta un modo de desplazamiento totalmente sostenible, sino que forma parte de uno de los inventos más ingeniosos y populares del planeta y, además, ofrece una forma de mantener el cuerpo sano, promover un corazón, piernas, ímpetu saludable y vida activa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrecer una infraestructura segura para las actividades físicas, como andar en bicicleta, es el camino para alcanzar una mayor equidad en materia de salud. Para los sectores urbanos más pobres, que no pueden permitirse vehículos propios, ir a pie o en bici se puede convertir en su medio de transporte. Al mismo tiempo pueden reducir el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte. La mejora del transporte activo (caminar, montar en bicicleta o usar el transporte público) no es por tanto solo una cuestión de salud, puede suponer una mayor equidad y eficacia en cuanto a los costes.
Satisfacer las necesidades de estos ciclistas y peatones sigue siendo, por tanto, crucial para solucionar los problemas de movilidad de las ciudades, para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al crecimiento de la población y para mejorar la calidad del aire y la seguridad vial.
Relación entre la bicicleta, el ciclismo y la relojería
En todo deporte y actividad humana el factor tiempo está implícito. Ya sea para cronometrar-medir, diferenciar determinado resultado, o para dictar el ritmo de cierta actividad (timing), utilizamos esta magnitud física para encontrarnos en el espacio en el que vivimos.
La relojería y el ciclismo se encuentran en el tiempo, pero más allá de esto, la mecánica de cada uno de los instrumentos utilizados para sendas prácticas guardan similitudes espectaculares, por ejemplo: en ambas prácticas la energía para realizar el trabajo, completar una ruta en bicicleta o medir el tiempo, proviene del ser humano. De igual forma las bicicletas y los relojes en cuestión mecánica ¡también se parecen!
Cuadro – platina
Una bicicleta cuenta con ciertos elementos clave; para su construcción el cuadro funge como la base-chasís. En el cuadro se acoplan los diferentes elementos de la bicicleta como: horquilla, ruedas, asiento, manillar etcétera. De acuerdo a la disciplina del ciclismo en cuestión se determina el peso y el material del cuadro. Por ejemplo: un cuadro de bicicleta de ruta no es igual al de una bicicleta de montaña, e igualmente las dimensiones se adaptan al ciclista conforme a su talla y estilo de conducción.
En la relojería el cuadro se asemeja a la platina, que básicamente se construye en dimensión-requerimientos del reloj y las funciones para la que fue construido. Por ejemplo, una platina de un cronógrafo deportivo es totalmente diferente a la de un repetidor de minutos.
Ruedas – Volante
Las ruedas en la bicicleta son un elemento clave, ya que es el único elemento que hace contacto con el asfalto y transmite el ritmo, poder, intención y -evidentemente- las emociones que experimenta el ciclista durante la ruta: el esfuerzo, el pundonor tanto como el agotamiento y el deseo de seguir pese a éste.
El volante y la espiral trabajan como unidad y dictan el ritmo, la precisión de la relojería. Es el corazón del reloj y transmite todo lo que está sucediendo con el resto de los componentes.
Cadena de transmisión – tren de engranaje
El “combustible” de la bicicleta proviene del esfuerzo del ciclista, para que las ruedas generen tracción y a su vez movimiento, el cuerpo debe entregar fuerza a los pedales y estos conectarse al sistema de transmisión, conformado por los platos y la cadena.
En un reloj la energía proviene del cubo del barrilete que, previamente ha sido cargado-armado por un sistema de carga (manual o automático) a fin de tensar el muelle que al “desenrollarse” libera impulso al tren de engranaje. La relación de las ruedas responde a las características del reloj, como en el caso del ciclismo.
Freno – escape
Tan importante es la aceleración y el movimiento en el ciclismo como la administración de ellos. El freno es trascendental para regular la entrada a una curva, controlar un descenso e incluso evitar a otro ciclista, obstáculo y prevenir un accidente.
En los relojes la energía podría liberarse de manera descontrolada si no existiera una especie de freno al que llamamos sistema de escape. Este sistema mecánico se conecta al volante y le brinda impulsos iguales para garantizar la dosificación de la energía durante “su propia carrera”.
Breve historia de la bicicleta
La invención de la bicicleta se le atribuye al barón Karl Drais, inventor alemán nacido en 1785. Su uso está generalizado en la mayor parte de Europa, y llega a ser, en países como Suiza, Alemania, Países Bajos, Bélgica, algunas zonas de Polonia y los países escandinavos, uno de los principales medios de transporte. En Asia, especialmente en China y la India, es el principal medio de transporte. De acuerdo con un reportaje de National Gegraphic, la llegada de la bicicleta influyó en casi todos los aspectos de la vida: el arte, la música, la literatura y, como quedó explicado, también la relojería.
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