El pasado lunes 9 de agosto dio inicio la expedición Proyecto Alacranes, fruto de la asociación de Blancpain con Oceana, organización internacional dedicada a la conservación de los océanos. Esta expedición, conformada por 10 científicos y con una duración de 15 días, es la primera de la organización en México. El objetivo es explorar las profundidades del Parque Nacional Arrecife Alacranes, incluyendo Bajos del Norte, con el fin de recopilar información sobre el estado actual de la biodiversidad de la zona y los arrecifes.
Para ello, usarán tecnología de vanguardia para efectuar análisis del ADN ambiental y modelizaciones fotogramétricas, lo cual permitirá crear mapas en 3D de los arrecifes, así como identificar especies endémicas y aquellas que usan la zona como ruta migratoria.
Por ejemplo, gracias al sonar llamado “Fish Hunter PRO”, tendrán acceso a la información sobre los bancos de peces. Esto hará posible establecer parámetros para el seguimiento de las poblaciones de peces de interés comercial y, en consecuencia, la creación de reglas de conducta para implementar una gestión sostenible de los recursos pesqueros.
Arrecifes en México
Como bien sabemos, los océanos están en constante riesgo por las actividades humanas. No por nada, la Casa Relojera es reconocida por su programa Blancpain Ocean Commitment, mediante el cual ha contribuido a aumentar la superficie de las Áreas Marinas Protegidas.
Esta región en particular, la cual alberga alrededor de 136 especies de peces, 34 especies de corales, diversas especies de delfines y animales marinos como el caracol pala y el mero, los cuales son relevantes para el sector comercial, no está exenta de amenazas como la contaminación, la pesca ilegal y el turismo, a pesar de ser un área protegida.
Como México es una de las 17 naciones con mayor biodiversidad, Renata Terrazas, directora general de Oceana en México, señaló que el arrecife Alacranes, situado a 140 km al norte de la península de Yucatán, es el mayor arrecife del sur del golfo de México.
Así, la expedición es una de las muchas acciones que está realizando Blancpain para proteger a los océanos. ¿Por qué hacerlo? Como veremos a continuación, la conexión entre la Casa Relojera y la vida marina comenzó en la década de los 50 con una de sus piezas estelares, el Fifty Fathoms.
Fifty Fathoms
La historia de Fifty Fathoms comenzó en 1953, cuando se presentó como el primer reloj de buceo moderno, siendo un instrumento confiable para su uso en las actividades submarinas. Sin embargo, esta pieza trajo consigo una conexión más profunda con la naturaleza: la exploración de los océanos.
Para ello, la Casa Relojera ha colaborado con científicos, ambientalistas, fotógrafos, organizaciones y más aliados que comparten la visión de proteger la vida marina, por medio de iniciativas que han dado como resultado el aumento de las zonas marinas protegidas con más de 4 millones de kilómetros cuadrados suplementarios.
¿La pasión de Blancpain por la vida marina comenzó con Fifty Fathoms? Podríamos decir que sí, incluso, es un emblema de la causa ambientalista, especialmente en lo que refiere a la preservación de los océanos. Además, en casi setenta años, este reloj ha evolucionado con nuevos criterios, innovaciones y mejoras técnicas que lo consolidan como un gran instrumento de medición en el mundo del buceo.
¿Por ejemplo? Destacan sus grandes indicadores, sus agujas luminiscentes que contrastan con el negro de la carátula y del bisel giratorio unidireccional, la caja de acero dotada de una caja interna de hierro dulce para proteger el movimiento del magnetismo, y el calendario situado entre las 4 y las 5 h (el cual se añadió en 2007).
Si quieres seguir de cerca la expedición, puedes hacerlo a través de las redes sociales de Blancpain y Oceana.
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