Al final, la historia de la relojería siempre emerge del deseo y la pasión. Hoy quizá es distinto porque las condiciones evidentemente son diferentes, pero imagina la vida en el siglo XVIII cuando el mundo no estaba conectado. Los fundadores de las que hoy son marcas relojeras importantes tenían un manera distinta de abrirse al mundo, viajes largos con portafolio en mano en donde guardaban sus hallazgos mecánicos con la esperanza de maravillar a su paso. Así es la historia de John Arnold, el fundador visionario de Arnold & Son, un relojero inglés quien, en 1762, establece su negocio de relojes en su país. Se conoce por la fabricación del repetidor más pequeño para el Rey Jorge III.
Los primeros cronómetros marinos le valieron a Arnold para convertirse en un relojero respetado. El registro de varias patentes lo consolidaron, una de ellas para el volante compensador con espiral bimetálico (1775), y otra para el espiral cilíndrico con curvas terminales (1782), el cual se convirtió en el instrumento de lectura del tiempo en importantes expediciones.
Después de su invención de un escape de retención y otras importantes mejoras de diseño, John Arnold construye su primer cronómetro de bolsillo (No. 8). Posteriormente, llegó el 1/36 que, gracias a su precisión, fue enviado al Observatorio Real de Greenwich. Tiempo después, el negocio pasó a las manos de su hijo (de ahí el nombre), quien fue aprendiz del importante relojero francés Abraham Louis Breguet, el mismo que inventó el tourbillon, uno de sus tantos legados. De hecho, cuando Breguet presenta su primer escape tourbillon, lo hace ensamblado en uno de los relojes de bolsillo de Arnold.
Muchos cronómetros de la Royal Navy llevan su firma como muestra de confianza a la precisión del relojero. Cuando hablamos de un cronómetro, sistemáticamente pensamos en la precisión de un reloj. En Suiza por ejemplo, este tipo de piezas son certificadas por Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC). La historia nos dice que John Arnold fue de los primeros hombres que acuñaron este término.
La relojería suiza con raíces inglesas de Arnold & Son, después de interrumpir su producción, en 1995 vuelven al escenario y lo hacen fiel a su espíritu de calidad, regresando como manufactura, desarrollando y produciendo internamente todos sus movimientos. Por la exclusividad y los estándares de calidad, la casa relojera cuenta con una producción pequeña, porque cada modelo que nace en sus talleres, perpetua el legado de John Arnold.
También es una firma que se distingue por la peculiaridad de sus diseños, altamente reconocida por las exigencias mecánicas y estéticas. Toda la magia sucede en La Chaux-de-Fonds, una ciudad construida por y para la relojería, ahí los relojeros expertos apuestan por la precisión y fiabilidad de los relojes que saldrán para conquistar el gusto de los conocedores más exigentes.
Poseer una historia y perpetuarla de manera congruente a veces no resulta tan sencillo. Pero hoy, hablamos de una manufactura de identidad exquisitamente impecable. Las complicaciones relojeras se apegan a los principios de relojería tradicional, pero a través de elementos estéticos logran piezas contemporáneas convertidas en pequeñas muestras de arte.
Los modelos clásicos como manifestación de tradición son imprescindibles para esta manufactura. Todos sus calibres desarrollados son concebidos, diseñados, desarrollados, decorados, ensamblados y ajustados por su manufactura filial, La Joux-Perret, esa independencia se traduce en libertad creativa.
Para que conozcas sus relojes más de cerca, te compartimos algunos modelos a detalle.
Nebula 38 Gold
El modelo Nebula 38 Gold se lanzó en el 2016. Se distingue por la belleza de sus acabados en una versión más pequeña que la primera con 41,5 milímetros. Visto desde los laterales, la caja está construida en tres partes con superficies cepilladas y pulidas que le proporcionan un contraste equilibrado. Además, el diseño de las asas le proporciona ergonomía al uso. El tamaño te da la oportunidad de usarlo en esas ocasiones especiales en las que tu reloj es una extensión de tu personalidad, con un gusto por la exclusividad.
Referencia: 1NEFBR.A01A.
Movimiento: manual
Calibre: A & S5101
Reserva de marcha: 90 horas
Caja: 38 mm, oro de 18 quilates 5N. Carátula esqueletizada
Correa: caimán
Double Tourbillon Red Gold
¿Recuerdas cuando hablamos de pequeñas muestras de arte? A esto nos referimos con el modelo Double Tourbillon Red Gold – 1DTAR.L01A.C120R. Como su nombre lo dice, tiene dos tourbillones que compensan la gravedad y trabajan de la precisión del reloj gracias al calibre A&S8513. Ambos están conectados por un órgano motor común, un par de barriles que proporcionan una autonomía de 90 horas. Dos zonas horarias (indicadas por números romanos y arábigos) se superponen a las 12h y a las 6h, respectivamente. Los puentes de oro de 18 quilates biselados a mano son parte de la revelación estética de este reloj. Todo esto sin olvidar la garantía de su cronometraje.
Funciones: horas, minutos, doble huso horario y dos tourbillones.
Movimiento: bobinado Manual.
Caja: 43,50 mm, oro oro cons cristal de zafiro.
Estanqueidad: 30 metros.
DSTB Steel
El modelo DSTB Steel es un homenaje a los cronómetros marinos de la firma de rasgos ingleses. Antes que nada, ¿de dónde viene el nombre? Dial Side True Beat, una pieza que muestra sus entrañas y el baile de los segundos a través de un anillo del lado izquierdo. Pero no sólo los segundos se muestran en esa posición, también la palanca, las ruedas y los puentes. Una belleza artesanal con ingenio. Evidentemente, está animado por un movimiento in house (está de sobra mencionarlo) en el que los segundos son parte del reto mecánico; después de todo, son un sello propio de la marca. Destaca el equilibrio estético sin llegar a la ostentación. Es una pieza ideal para quien busca la singularidad y la exclusividad de reducidas y cuidadas producciones. Late gracias la calibre A&S6003 construido por 229 componentes. Todo el movimiento tiene un tratamiento con paladio y los puentes y palancas han sido biselados y satinados a mano. Por cierto, el azul de la carátula es gracias a un tratamiento de PVD con acabado circular.
Funciones: horas , minutos, segundos.
Movimiento: manufactura Arnold & Son, cuerda automática.
Reserva de marcha: 45 horas.
Frecuencia: 28.800 vibraciones
Caja: 43,5 mm, acero inoxidable.
Estanqueidad: 30 metros.
Correa: piel de cocodrilo negra o marrón cosida a mano.
Ultrathin Tourbillon Skeleton
El diseño de los relojes Arnold & Son es reconocible a simple vista. La arquitectura tridimensional en el modelo Ultrathin Tourbillon Skeleton recuerda al estilo relojero de siglos pasados, un modelo emblemático para la marca. Además, su evolución nunca ha sacrificado esa ligereza de su diseño. Un tourbillon volante de un minuto trabaja de la mano del movimiento de cuerda manual, concentrados en un grosor de 8,34 mm, ¡menos de un centímetro! ¿Imaginas la comodidad de llevarlo en tu muñeca? Te aseguro que será muy agradable, además de lucir una simetría codiciada y atractiva a la vista de los demás. En la parte superior podemos ver las horas y los minutos, mientras que en el ángulo inferior disfrutamos un gran espectáculo, gracias al tourbillon volante de un minuto con indicación de segundos y a una jaula de tourbillon esférica. No olvides del detalle de la impecable simetría.
Referencia: 1UTAR.S10A.C320A
Funciones: horas; minutos; tourbillon
Movimiento: cuerda manual
Calibre: A & S8220
Frecuencia: 21.600 a/hora
Reserva de marcha: 90 horas
Caja: oro rojo de 18 quilates; 42 mm de diámetro. Cristal de zafiro por ambos lados de la caja
Correa: piel de aligátor marrón o negra cosida a mano con hebilla de oro rojo de 18 quilates
Estanqueidad: 30 metros.
Edición limitada: 50 piezas
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