Al tratarse del reloj deportivo por excelencia, es natural pensar que el cronógrafo sólo es útil para actividades de ese tipo. Si bien es cierto que el cronometraje de carreras es su uso más conocido, te daremos algunas ideas para que le saques más provecho en tu vida cotidiana. Aunque hoy en día los dispositivos inteligentes ofrecen múltiples funciones que nos facilitan la vida, los amantes de los guardatiempos saben que, por más que avance la tecnología, el valor técnico y emocional de un reloj mecánico de pulsera nunca será desplazado.
Un cronógrafo tiene la finalidad de ser una herramienta muy fácil de utilizar. Si partimos del hecho de que permite contabilizar el tiempo a demanda de cualquier evento, se abre un mundo de posibilidades. Pero antes, es necesario conocerlos más a detalle.
¿Cómo se usa?
Además de las manecillas de horas y minutos, un cronógrafo cuenta con un segundero central independiente, o trotadora, que se acciona, se detiene y se regresa a cero gracias a uno o varios pulsadores. Esta es su función esencial, que se complementa con las subesferas que contabilizan los minutos y las horas cronometrados, y la que indica los segundos corrientes, conocida como segundero pequeño. Los bi-compax tienen dos de estas subesferas y los tri-compax, las tres. Abajo puedes ver un acercamiento de la famosa carátula del Oyster Perpetual Cosmograph Daytona de Rolex.
En el caso de un cronógrafo flyback, la ventaja es que se puede reiniciar con solo presionar un botón. Lo mejor es que el segundero del cronógrafo no se detiene, sino que simplemente vuelve a cero y comienza de nuevo. De esta manera, gracias a que su función de reset evita que tengas que hacer el stop, reset y start cuando deseas cronometrar un nuevo evento, puede ser muy conveniente cuando estás practicando algún deporte o actividad que tenga que realizarse una y otra vez en tiempos determinados y consecutivos.
Por otro lado, un cronógrafo rattrapante, también conocido como split-second, integra dos segunderos, uno encima de otro. La manecilla rattrapante se puede accionar independientemente de la otra, gracias a un tercer pulsador. Como su función es cronometrar más de un suceso a la vez, su uso más común es en las carreras, ya sea de atletismo, natación, automóviles, etcétera. Así, puedes medir los tiempos de dos competidores de forma independiente. Una vez que has tomado la lectura del tiempo, puedes accionar nuevamente el pulsador para que la manecilla rattrapante salte y alcance a la otra. El Premier B15 Duograph 42 de Breitling (arriba) es un ejemplo reciente de este tipo.
¡Y las escalas!
A los cronógrafos se les puede agregar más información con una o varias escalas, ya sea en el bisel o en la carátula. La más común es la escala de taquímetro (arriba está la del Speemaster de Omega), que permite calcular la velocidad promedio de un cuerpo en movimiento, como un automóvil o una moto, en una distancia entre dos puntos que ya conozcas de antemano. Para lograrlo, es tan sencillo como poner en marcha el cronógrafo cuando el vehículo pase el primer punto y detenerlo cuando haya pasado el segundo. La marca a la que apunte el segundero del cronógrafo en la escala taquimétrica es la velocidad promedio en kilómetros o millas por hora, según el reloj del que se trate.
Entre otras opciones, un cronógrafo puede integrar una escala de telémetro, que permite calcular la distancia en función de la velocidad y el tiempo, especialmente de aquellos eventos que se pueden ver y escuchar. El ejemplo más común es un rayo, del que puedes conocer su distancia accionando el pulsador al ver el destello de luz y deteniéndolo cuando oigas el trueno. Interesante, ¿cierto? Por su parte, la escala de pulsómetro, como lo dice su nombre, permite conocer el número de latidos del corazón por minuto. Arriba puedes ver el Omega Speedmaster Chronoscope con telémetro en el centro.
Usos cotidianos del cronógrafo
Ahora sí, llegamos a la parte más práctica y más creativa de este artículo. Si partimos del principio de que un cronógrafo puede contabilizar el tiempo de todo, o casi todo, puedes usarlo en eventos que ocurren día con día e, incluso, hacerlos más entretenidos. Abajo te presentamos un increíble ejemplo del Chronomaster El Primero Open de Zenith.
¿Por ejemplo? Para las personas que no son muy organizadas y que creen que pueden desayunar, bañarse y estar listas en 20 minutos, el cronógrafo les puede dar información veraz del tiempo que verdaderamente les toma realizar cada una de estas acciones. ¿Estás en el trabajo y tienes que mandar “solo un par de correos” antes de salir”? Con el cronógrafo puedes saber con exactitud cuánto tiempo te toma hacerlo. ¿La persona de un autolavado te dice que le toma 15 minutos lavar tu auto, pero en realidad son 25 minutos? ¿El amigo que siempre llega tarde a un compromiso dice que ya salió de su casa (que está a 20 minutos), pero llega 40 minutos después?
Las posibilidades son interminables. Si pediste servicio a domicilio y después de cierto tiempo de espera la entrega es gratis, te conviene utilizarlo. Si te gusta la cocina, un cronógrafo es un instrumento indispensable para medir los tiempos de cocción u horneado, y qué mejor si es mecánico. Si sueles discutir con un amigo sobre cuál es la ruta más corta para llegar a determinado lugar, el cronógrafo los sacará de dudas. O qué tal si en tu trabajo tienes que entregar al final de la semana un registro de tus actividades laborales con el tiempo que te tomó cada una de ellas. Nada mal, ¿cierto? Lo mejor es tener en la muñeca una belleza como el Chronomat de Breitling que te presentamos en la foto de arriba.
¿Más emoción?
Sin embargo, no podemos olvidar que la esencia de un cronógrafo reside en su relación con el deporte. Por ello, si te gusta el automovilismo, el ejercicio, la competencia amistosa y desafiar tus propios límites, te proponemos algunas actividades en las que tu reloj será testigo de tu pasión por la adrenalina. Es importante que consultes el manual de usuario de tu cronógrafo para conocer la conveniencia de utilizarlo en estas condiciones y evitar que sufra impactos que puedan dañar su funcionamiento. No olvides llevar a cabo estas actividades respetando todas las medidas de seguridad y con la supervisión de profesionales.
Autos deportivos en pista. Los autos y los cronógrafos son inseparables. Piensa en marcas como Rolex o TAG Heuer que se vinculan con los eventos más importantes del automovilismo. Por ello, lo más natural es usar tu reloj para medir tu desempeño al volante. El mejor lugar para hacerlo es una pista profesional, invitar a tus amigos y organizar un torneo amistoso. Hay pistas que se pueden alquilar o eventos en los que puedes participar. Esto también puedes hacerlo con actividades acuáticas y usar un Omega Seamaster Diver 300M Chronometer Chronograph como el de la imagen superior.
Experiencia 4×4. Si más que la velocidad lo tuyo es la naturaleza, un cronógrafo también puede medir tu aventura todoterreno. ¿Cuánto tiempo demoras en cubrir una ruta muy complicada? ¿La subida rocosa que las primeras veces te costaba tanto trabajo ahora la cruzas rápidamente? También puedes hacer una competencia con amigos al estilo Baja 1000.
Go Karts. Si vas a establecimientos de Go Karts, probablemente no será necesario registrar tus tiempos ni tu velocidad con un cronógrafo de pulsera mecánico. Pero si quieres entrenar o divertirte en una pista que puedas alquilar, sin duda te será de mucha utilidad.
Parapente y paracaídas. En estas actividades es fascinante conocer la velocidad que alcanzas cuando estás en el aire, sobre todo porque podrías ir más rápido de lo que percibes. La escala taquimétrica de tu cronógrafo te ayudará. Nada más recuerda que deberás presionar el pulsador en los momentos precisos. ¡Un reto fascinante!
Ejercicios de resistencia. Si eres amante del fitness, especialmente de los ejercicios en los que cargas el peso de tu cuerpo, un cronógrafo mecánico sirve para registrar tus avances. Por ejemplo, los planks, también conocidos como planchas, son ejercicios que, a medida que los vas practicando, debes aumentar su duración.
Lo mejor de usar un cronógrafo mecánico es que tu concentración no se interrumpe porque recibes una llamada telefónica o un mensaje de texto. Tampoco tienes que desbloquear tu celular y activarlo, para luego olvidarte por completo del cronometraje. Al tener el reloj en tu muñeca, serás testigo del transcurso del tiempo de una manera muy genuina. Incluso, entre más lo uses, te garantizamos que cambiará tu relación con el tiempo.
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