Cómo funciona un cronógrafo, se trata de un sistema de indicación de tiempo que goza de un módulo, o cuya construcción ha sido pensada para contabilizar tiempo a demanda. Adicional a las horas, minutos y segundos, tiene la capacidad de cuantificar los sucesos de tiempo que se deseen. Pero no es una tarea fácil…
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¿Qué es un cronógrafo?
Esencialmente es un reloj provisto un mecanismo que lleva el tiempo y se muestra mediante una aguja trotadora colocada en el centro de la carátula. Dicha ejecución se lleva a cabo mediante pulsadores o sistema monopulsante, que permite poner en marcha, parar y volver a cero. Generalmente la aguja da una vuelta por minuto; otra aguja llamada de contador totaliza el número de vueltas, minutos, y en ocasiones otra puede contar las horas.
Un cronógrafo básico tiene un segundero independiente; puede iniciarse, detenerse y volver a cero a demanda mediante pulsadores o gatillos manuales. Los cronógrafos más complejos usan complicaciones adicionales y pueden tener múltiples agujas independientes para medir segundos, minutos, horas e incluso décimas de segundo. Algunos cronógrafos modernos usan biseles móviles como taquímetros para cálculos rápidos de velocidad o distancia.
Para qué sirven los pulsadores
En 1915, Gaston Breitling presentó el primer cronógrafo con un segundero central y un contador de 30 minutos, y con un pulsador separado a las 2 h. En 1934, Willy Breitling desarrolló aún más el concepto del cronógrafo con la adición del segundo pulsador a las 4 horas. Desde entonces, este tipo de diseño ha sido adoptado por gran cantidad de marcas en la industria debido a su mayor facilidad de producción y confiabilidad.
Los primeros cronógrafos del siglo pasado contaban con un solo pulsador, son conocidos como monopusher chronograph y son muy apreciados por los apasionados a la relojería debido a su complejidad de armado.
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Cómo funciona un cronógrafo mecánicamente
Mencionar que todo sucede a demanda nos lleva a compararle con el repetidor de minutos, que necesitará que tomemos una acción para echarlo a andar. Es decir, el sistema de cronógrafo permanece y permanecerá en reposo si no lo hemos liberado.
Todo parte de un sistema de operación es conocido como el cerebro del reloj y utiliza diferentes levas para llevar información de un sitio al otro. Por ejemplo: la decisión de arrancar, detener, poner en cero, mostrar tiempo transcurrido, etcétera. El ejemplo más común en la actualidad es la famosa rueda de pilares, encargada de guiar a todo el sistema de levas.
El principio básico es el siguiente:
Start: al presionar el pulsador conectamos con la rueda de pilares gracias a un embrague, esto hace que la rueda de columna comience a girar en sentido horario. Dicha acción libera el contacto con el balancín conectado al tren de engranaje y rueda de segundos del cronógrafo.
Embrague horizontal vs vertical
Horizontal: se caracteriza por contar con una rueda que se conecta de manera lateral con otra que pertenece al movimiento.
Vertical: los componentes se colocan todos en el mismo eje, incluyendo un disco que es controlado por una espiral independiente. En el embrague vertical, la función comienza cuando el disco móvil se empuja contra la rueda de segundos del movimiento. Se libera mediante un sistema de control compuesto por dos palancas y el muelle circular que mantiene la presión contra la rueda de movimiento. Para detenerlo, el sistema de control empuja el disco hacia atrás para interrumpir la conexión.
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