TAG Heuer celebró la 82ª Edición de la carrera más glamurosa del calendario. El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 contó con el regreso de la marca suiza como Cronometrador Oficial de la Máxima Categoría del automovilismo.
Y el pulso del fin de semana se sentía a tan sólo unos metros a bordo de Le Bougainville, el icónico yate amarrado en el Puerto de Mónaco. Una vez más, TAG Heuer reunió a una excepcional comunidad de invitados, colaboradores y talentos internacionales para lo que se convirtió en uno de los eventos más esperados y comentados del Gran Premio.

Invitados como Lee Jung-Jae, Christian Horner, Naomi Schiff y el Embajador de la Marca, Patrick Dempsey, estuvieron entre los asistentes, junto con amigos cercanos de la Maison y los pilotos de Oracle Red Bull Racing, Max Verstappen y Yuki Tsunoda. Hicieron realidad el espíritu de la pista, compartiendo sus impresiones de primera mano de las sesiones de clasificación y generando entusiasmo por un Gran Premio que ambos ansían dominar.

















Al caer la noche, la atmósfera se transformó en algo inolvidable. Con el horizonte de Mónaco como escenario y las luces del puerto danzando sobre el agua, la velada alcanzó su punto álgido con un impresionante cartel: la actuación en directo de Lola Young, una sesión de DJ a cargo de Naomi Campbell y el músico francés Kavinsky para cerrar la noche.

“Este momento refleja todo lo que representa TAG Heuer. Carreras, creatividad, precisión y las personas que nos impulsan. Este año volvemos y nos enorgullece compartir esta energía con el Principado, nuestros socios y toda la familia TAG Heuer“: Antoine Pin, CEO de TAG Heuer.



Tres nuevos relojes que prolongan el legado
Para celebrar esta histórica edición del Gran Premio, TAG Heuer presentó tres relojes extraordinarios, cada uno diseñado para honrar el espíritu de las carreras, la emoción de la innovación y el legado atemporal del nombre TAG Heuer Monaco. Juntos, forman una poderosa trilogía que cautiva por igual a coleccionistas, pilotos y soñadores.

En primer lugar, el TAG Heuer Monaco Chronograph x Gulf rinde homenaje al legendario espíritu de la película Le Mans de 1971, donde Steve McQueen inmortalizó el TAG Heuer Monaco en la pantalla. Limitado a tan solo 971 ejemplares, este modelo revive las inconfundibles franjas de carreras de Gulf sobre una esfera plateada opalina, rematada con una correa de Nomex elaborada por el mismo proveedor del mono de carreras original de McQueen. Es un reloj que fusiona la leyenda cinematográfica con la autenticidad de las carreras, encarnando estilo y legado con una precisión impecable.

Añadiendo una nueva dimensión a la historia, el cronógrafo cronógrafo TAG Heuer Monaco se inspira en los instrumentos de carreras de la década de 1970, donde el tiempo se medía en segundos que podían decidir la victoria. Limitado a 970 piezas, presenta una audaz minutería roja sobre una caja de titanio con revestimiento DLC negro, mientras que en su interior, el histórico Calibre 11 late fielmente, un movimiento que ha formado parte del ADN rebelde del TAG Heuer Monaco desde hace mucho tiempo. Este reloj captura la energía pura de los boxes, cuando los cronómetros, colgados al cuello de los mecánicos, definían el resultado de la carrera.

Completando los lanzamientos, el cronógrafo TAG Heuer Monaco Split-Seconds lleva la innovación a una nueva y emocionante frontera. Fabricado con una aleación patentada de titanio de grado 5, desarrollada durante cuatro años, la caja pesa unos asombrosos 85 gramos, ofreciendo resistencia y ligereza. Bajo la esfera de zafiro calada se encuentra el calibre TH81-00, uno de los cronógrafos de fracciones de segundo más complejos y ligeros jamás fabricados. Acentuado con detalles de competición en verde lima, este reloj cobra vida bajo la luz, capturando el dinamismo de la competición con cada mirada.
Con el brillante puerto de Mónaco como telón de fondo, la noche de TAG Heuer se convirtió en el corazón del fin de semana del Gran Premio, una celebración donde la adrenalina de las carreras, el glamour de la Riviera y la excelencia relojera se fusionaron. Fue una noche que transformó la emoción de la carrera en una expresión viva de la identidad de TAG Heuer, sellando su histórico regreso no solo a la pista, sino al alma misma del evento más emblemático del automovilismo.