El reloj es más que un objeto; si has heredado uno, seguramente reconoces su significado. No solo es fascinante por el simple hecho que marca el paso de lo que llamamos tiempo, un término abstracto y relativo, sino que es un compañero de vida. Por esta razón, muchas familias conservan sus relojes con la esperanza de heredarlos y perpetuar así su legado en las siguientes generaciones.
Sin embargo, ¿es esto posible? Si te habías preguntado si realmente un reloj puede durar para toda la vida, esto es para ti. Especialmente, porque la respuesta depende de muchos factores, entre ellos, los cuidados que tú le des. La buena noticia, es que la vida útil de un reloj es mejor que cualquier otro objeto mecánico, por ejemplo, un automóvil, debido a que sufre menor desgaste y, si lo tiene, puede ser reparado.
Asimismo, es aquí donde la calidad (que no tiene que ver con el costo) y el mantenimiento juegan un papel esencial, más aún si el propósito es que siga funcionando. Además, entre más complicaciones tiene un reloj, más componentes y partes móviles integra; es decir, mayores cuidados.
Si bien más adelante hablaremos del mantenimiento, el almacenamiento también es importante. La temperaturas extremas pueden afectarlo, especialmente el calor, así como la humedad y el magnetismo (por lo que debes tener especial cuidado con los dispositivos electrónicos). Por otro lado, en el caso de los relojes automáticos, el rebobinador de reloj girará y mantendrá la cuerda, un aspecto importante si planeas almacenarlo por semanas o más.
Si planeas hacer una compra que te dure toda la vida, es recomendable que prestes atención a los materiales (como el cristal de zafiro), así como a los componentes internos y al movimiento. No por nada, los relojes Swiss Made son conocidos por sus altos estándares de calidad. Actualmente, algunos componentes se fabrican con materiales innovadores que pueden extender la necesidad de servicio de tu reloj, como el silicio, el níquel fósforo, e incluso si cuenta con el célebre escape co-axial ideado por George Daniels.
Garantías y servicio
Siempre que adquieras una pieza nueva, debes preguntar por las garantías específicas del reloj. Algunas ofrecen 5 u 8 años, mientras que otras, ¡hasta 70 años! Como mencionábamos anteriormente, al ser una máquina de precisión, debes conocer todo lo que puede afectarlo, como la gravedad, los campos magnéticos, las caídas, el deterioro de los aceites inherente al paso del tiempo, el polvo, los químicos, la arena, la exposición al sol, la humedad y demás agentes externos.
De la misma manera, un reloj inactivo no es sinónimo de longevidad por su menor exposición. Aunque lo ideal es que se mantenga funcionando, el desgaste de sus piezas, la viscosidad de los aceites y los empaques no son eternos. Si bien un reloj con menor uso podría requerir intervalos menos frecuentes de mantenimiento, lo recomendable es llevarlo a servicio cada 12 a 18 meses.
Si es reloj mecánico, cuerda manual o automática, deberá recibir cambio de aceites, limpieza, desmagnetización y otros ajustes cada 2 o 3 años, mientras que a un reloj de cuarzo se le deberá cambiar la batería cada 2 a 5 años. Evidentemente, cada pieza tiene sus especificaciones, dependiendo del modelo o la calidad de la pila.
De esta manera, si deseas conservar tu reloj por mucho tiempo, deberás llevarlo a centros, servicios y relojeros certificados que trabajen bajo estándares de calidad y fabricación autorizados por la marca. Ejemplo de ello es el Centro de Servicio Autorizado Ultrajewels, que ayuda a mantener la garantía y evita dañar las piezas con instrumentos genéricos y refacciones no originales de la marca.
No solo el servicio lo realiza un grupo de técnicos certificados directamente por las Casas Relojeras y Joyeras de lujo, quienes mantienen los mismos estándares de calidad de cada fabricante, sino que las Relojeras le provee de las herramientas, refacciones y los instrumentos de medición exactos y apropiados para cada modelo.
Además del servicio básico, el servicio estético es indispensable si deseas conservarlo por muchos años. Esto incluye la revisión de la maquinaria y sus parámetros, limpieza y pulido del brazalete y/o caja, cambio de empaques del cristal, así como el control de hermeticidad.
Por supuesto, también está el servicio completo, que incluye el desarmado completo del reloj, cambio de piezas pequeñas usadas o dañadas del movimiento (batería, ruedas, tornillos, empaques, etc.), control de magnetismo y desmagnetización, control y ajuste de movimiento, pulido y limpieza de caja y brazalete, control de funcionamiento y reserva de marcha del movimiento 48 horas o más de ser requerido, cierre de la caja del reloj, control de hermeticidad, y control y ajuste del broche y brazalete.
Ahora ya lo sabes, ¿un reloj para toda la vida? En tus manos está que así sea.
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