La reconocida marca Arnold & Son sabe hacernos soñar con creaciones tan increíbles como el nuevo Perpetual Moon 41.5 Platinum «Celestial Blue». Con esta pieza, el aura poética que acompaña al satélite terrestre alcanza nuevas alturas al incluir la luna astronómica más grande en un reloj. Y la decoración que la acompaña es digna de una Casa que se distingue por su atención al detalle y su excelencia artesanal.
Este Perpetual Moon se presenta en una caja de 41.5 mm de diámetro y 11.30 mm de grosor hecha en platino. Arnold & Son ha refinado y simplificado las asas. En lugar de su forma de cruz original, ahora tienen una forma más fina con los extremos biselados y forman una sola pieza con el centro de la caja. El bisel es más delgado que antes, lo que produce que la mirada se dirija hacia la extraordinaria carátula.
Por supuesto, lo que más llama la atención es la gran luna de nácar blanco con sombras pintadas a mano para darle un aspecto más realista. Está recubierta de Super-LumiNova, por lo que en condiciones de poca luz ofrece un espectáculo inigualable. De fondo tiene un cielo graneado con tratamiento PVD azul noche y las constelaciones Osa Mayor y Casiopea, también pintadas a mano y recubiertas de material luminiscente. Fueron elegidas como un homenaje a la historia de John Arnold como fabricante de cronómetros navales, pues ambas se han usado como puntos de referencia desde hace siglos, ya que entre ellas se encuentra la Estrella Polar.
Para crear un efecto aún más genial, la carátula está adornada con el acabado «Stellar Rays» de la marca. Se obtiene mediante un grabado irregular, en el que los rayos, de distintas profundidades y anchuras, se combinan para crear un ritmo específico. Su secuencia produce un juego de luces fluctuante, acentuado por la profundidad creada por varias capas de laca transparente. Todo junto reproduce el frío brillo de una noche estrellada.
Al darle vuelta al reloj, descubrimos un indicador que permite ajustar las fases lunares con rapidez y precisión. La duración de un ciclo lunar es de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2.8 segundos, y Arnold & Son ha logrado representarlo con esa exactitud gracias a su mecanismo calibre A&S1512 de cuerda manual. Si se le da cuerda con regularidad, tardaría 122 años para que este movimiento acumulara un día de diferencia entre su indicación y la realidad. Además, ofrece una reserva de marcha de 90 horas y está decorado de manera exquisita.
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