El reloj Panthère, reloj joya por excelencia, es objeto de varias interpretaciones creativas y exquisitas con un toque joyero.
Cartier concibe un pelaje abstracto, mitad cebra, mitad tigre, y también apuesta por brazaletes decorados con una sutil lluvia de diamantes.


Variaciones animales
Entre la cebra y el tigre, el reloj Panthère opta por ambos motivos. Esta es la apuesta de Cartier Magicien: imaginar una muda creativa y joyera, una composición gráfica, desde la esfera hasta el brazalete, con motivos de animales.
Colores, contrastes, materiales: el joyero se atreve con la abundancia y las gamas cromáticas llenas de luz. Con laca negra y marrón dorada, pavé de diamantes, espesartinas naranjas y amarillas, el reloj es exuberante y vibrante.


Un savoir-faire joyero
Esta nueva interpretación del reloj Panthère, una auténtica hazaña de la joyería, requiere en los talleres un savoir-faire preciso, en particular para la labor de lacado, pues la laca se aplica a mano y se cuece a altas temperaturas en nuestra Maison des Métiers d’art, así como para el engaste nieve de la esfera con 145 diamantes talla brillante.
Totalmente engastado con 314 diamantes talla brillante y 86 espesartinas, el emblemático brazalete del reloj Panthère despliega sus eslabones como un sinfín de gradaciones, pulidos y colocados uno a uno. Un reloj joya cuya fabricación requirió más de 110 horas de trabajo.



Variaciones con semipavé
En oro rosa o amarillo, el diseño icónico del reloj Panthère apuesta por la delicada y ligera belleza de un total look con semipavé. La magia hace acto de presencia, con una lluvia de diamantes talla brillante dispuestos formando una gradación por los eslabones del brazalete. Un precioso brillo recorre todo el reloj cuya elegancia y modernidad Cartier realza con una esfera blanca rodeada de un bisel engastado que contrasta con la caja.












