La historia del anillo de compromiso es muy interesante. Llegada la hora y el momento de madurez de la pareja. Lo que un hombre quiere escuchar son simplemente dos palabras: “sí acepto”.
Por: Marco Alegría, Editor de Watches World para Ultrajewels.
Para ello debe echar mano de su buen gusto y de la información necesaria para comprar el anillo que sellará el compromiso con el amor de su vida, para toda la vida.
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El dedo anular ha sido utilizado para demostrar el compromiso gracias a que se conecta con la vena amoris, la cual llega directo al corazón. Los orígenes provienen del antiguo Egipto, en donde las novias lo lucían en este sitio.
No siempre fue de diamante
Los egipcios utilizaban el hueso, fibras de plantas, marfil o cuero para su fabricación.
En la época de los romanos se estilaba un anillo hecho de hierro que simbolizaba eternidad y una nueva vida en pareja ante la sociedad. Sin embargo judíos y cristianos reformaron la tradición a partir adornos y gemas durante la Edad Media.
Para el siglo III los cristianos comenzaron a entregar anillos de compromiso. Sin embargo fue hasta 500 años más tarde que se formalizaría el rito, debido a que la iglesia lo consideraba una tradición pagana.
Fue Maximiliano de Austria, quien en 1477 dio un anillo con diamante a María, hija del Duque de Borgoña, el promotor de esta tradición.
El origen de la mano izquierda
Se decretó en 1549 en el Libro de Oración Común, por Eduardo VI, mientras la Iglesia Romana declaró la zurda como la del matrimonio en el Ritual Romano de Pablo V, en 1615, quedando siempre en la historia del anillo de compromiso.
¿Por qué de oro y diamante?
La palabra diamante proviene del griego adamas, que significa invencible. Su significado pretende hacer de la unión un compromiso inquebrantable. Mientras que el oro está asociado a la nobleza desde el punto de vista cristiano.