«No estamos aquí para tratar. Estamos aquí para hacer». Este es el eslogan de la nueva campaña de IWC Schaffhausen protagonizada por Tom Brady, el mítico quarterback que es su embajador desde 2019. Y no cabe duda de que tanto la marca como el deportista están aquí para hacer y no para tratar. Así lo demuestran la historia de excelencia e innovación de IWC en la relojería, y los récords y las victorias de Brady en la NFL.
En la campaña, podemos ver a Tom Brady con varios modelos de la colección de Relojes de Aviador TOP GUN de la Casa, que este año se renueva con varios modelos increíbles. Surgida en 2007, esta línea se llama así por el Programa de Instrucción en Tácticas de Combate que está reservado para los pilotos de élite de la Armada estadounidense. Por ello, los modelos TOP GUN ofrecen las prestaciones más altas del mercado y soportan las presiones y las fuerzas G extremas que se registran en las maniobras de cazas supersónicos. Son instrumentos de precisión muy avanzados y sumamente atractivos, fabricados con materiales de alta tecnología como cerámica de óxido de circonio, Ceratanium y titanio. Y son un símbolo de aventura, al igual que su embajador.
Como esos pilotos, Brady es un quarterback de élite, acostumbrado a momentos de presión máxima. Nacido en San Mateo, California, en 1977, lo reclutó la Universidad de Michigan en 1995, donde no tuvo un inicio fácil y pasó los dos primeros años en la banca. En sus dos temporadas como titular, sumó 20 victorias por cinco derrotas, y ganó el Citrus Bowl y el Orange Bowl.
Pero esos logros no eran suficientes para una liga tan exigente y competitiva como la NFL. En el draft del 2000, los Patriots de Nueva Inglaterra lo seleccionaron hasta la sexta ronda. Fue el séptimo quarterback elegido y el pick 199 en general. Nada impresionante ni mucho menos prometedor. Pero el joven Brady estaba listo para hacer y no sólo para tratar en cuanto le llegó su oportunidad.
En septiembre de 2001, Drew Bledsoe, el quarterback titular de los Patriots, se lesionó en el segundo juego de la temporada y Brady lo reemplazó. Lo demás es historia deportiva de la buena. En los cinco partidos siguientes, Tom se consolidó como un quarterback decisivo, preciso y audaz. En su primera temporada como titular ganó 11 de 14 juegos y, más importante, llevó a su equipo a ganar el Super Bowl en febrero de 2002 contra los Rams de St. Louis.
Desde entonces, sus estadísticas han sido descomunales. Tom Brady ha iniciado 363 partidos como titular en su carrera como profesional, una cifra récord para un mariscal de campo. Ha ganado 243 juegos de temporada regular y 35 de post temporada, para un total de 278, lo que se traduce en un porcentaje de victorias del 76.9%.
Por supuesto, Brady es el jugador de la NFL con más títulos de Super Bowl con siete. Esto supera incluso el número de Super Bowls ganados por cualquier franquicia de la liga. Ha aparecido en un total de 10 Super Bowls. De ellos, ganó seis con los Patriots y uno con los Buccaneers de Tampa Bay, este último a la edad de 43 años. Junto con Peyton Manning, es el único mariscal de campo en ganar el Super Bowl con dos equipos diferentes.
Otros de sus récords son: mayor cantidad de yardas por aire (84,520), mayor cantidad de anotaciones (624), mayor cantidad de reconocimientos como jugador más valioso del Super Bowl con cinco, mayor cantidad de pases completos y mayor cantidad de regresos para conseguir la victoria.
Tiene asegurado su lugar en el Salón de la Fama de la NFL y entre los grandes embajadores de la relojería de todos los tiempos. Con IWC Schaffhausen, comparte una filosofía de éxito y excelencia que los ha convertido a ambos en referentes de sus disciplinas.
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