El papel histórico de la mujer en la relojería

La mujer en la relojería desempeña un papel fundamental y protagonista que se extiende no sólo como enfoque comercial, sino en la actividad que desempeña tanto en la creación relojera dentro de las manufacturas, como en la gestión de marcas y dirección de las mismas. El reloj, si bien ha sido asociado como símbolo de estatus para el hombre, ha sido enfocado a la mujer desde hace siglos, quienes impulsaron su evolución a partir de los requerimientos que solicitó para su mayor disfrute.

El papel histórico de la mujer en la relojería

En el marco del Día Internacional de la Mujer, te compartimos algunos ejemplos -muy particulares- que nos ligan a la participación femenina en la relojería. El contexto está centrado en la Europa del siglo XV- XIX. En Francia e Inglaterra el oficio relojero estaba prohibido para las mujeres hasta 1785. Sin embargo Suiza era mucho más abierto y desde 1690 las mujeres fueron aceptadas en las escuelas de relojeros para fortalecer la cadena de producción en áreas que han sido –desde entonces– dominadas por ellas. Los acabados, agujas, el ensamble de precisión, los engastes y control de calidad. Por ello, Suiza estableció la primer escuela de relojería que integraría mujeres en 1843 en Ginebra. Ecole d´Horlogerie de Genève desde 1824, click para más información.

El papel histórico de la mujer en la relojería

Desde finales del siglo XIX, más de un tercio de la fuerza laboral de la industria relojera suiza han sido mujeres, según estadísticas del gobierno suizo. En 1882, en Suiza trabajaban en la producción de la industria relojera 3,017 personas, de las cuales el 35% eran mujeres. En 1944, había 17,822, el 48% ciento eran mujeres, mientras que en 1964, el empleo había aumentado a 32,879 y el 52 por ciento de ellos mujeres. Las estadísticas más actuales muestran una tendencia similar. En septiembre de 2023, había 45,953 empleados, el 43% de los cuales eran mujeres, según el departamento económico y estadístico de la Fundación de la Industria Relojera Suiza.

El papel histórico de la mujer en la relojería

Pioneras en la relojería

Stéphanie Lachat, historiadora suiza especializada en relojería, escribió su tesis doctoral sobre “Les Pionnières du Temps” o “Mujeres pioneras del tiempo”, analizando el período comprendido entre 1870 y 1970. “La fuerza laboral femenina en las fábricas fue pionera”, dijo, “porque es la primera vez que muchas mujeres pueden tener una vida profesional intensiva aceptada por la sociedad. “Pero claro, dados los tiempos, también siguieron siendo madre y esposa, ocupándose paralelamente de los niños y del hogar; el doble deber de las mujeres. Paso a paso, este doble deber fue ascendiendo en la escala social hasta incluir también a las mujeres burguesas. También se extendió a otras industrias”.

En los primeros años del siglo XX, las escuelas de relojería suizas permitían a las mujeres tomar algunas clases, incluida la formación como reguladoras: la trabajadora que ajustaba las espirales de los relojes y afinaba la precisión del volante en relojes de alta calidad, como los cronómetros. Estas mujeres trabajaban en marcas como Longines, Heuer, Breitling y Omega, empresas que contrataban trabajadoras para sus fábricas desde la década de 1870. “En 1930 había 2,777 reguladores en la industria, sólo 322 de ellos eran hombres”.

El papel histórico de la mujer en la relojería

Ruth Belville, la dama del tiempo de Greenwich

Ruth Belville, conocida como Greenwich Time Lady, dirigió un negocio exitoso hasta 1940 en Londres básicamente vendiendo tiempo. Su padre, que trabajaba en el Observatorio Real de Greenwich, había iniciado un negocio sencillo en 1836. Cada semana hacía que el observatorio certificara su reloj de bolsillo con cronómetro, que tenía una precisión de una décima de segundo, y luego enviaba el reloj. a los suscriptores para asegurarse de que sus relojes tuvieran la hora correcta.

La Sra. Belville se hizo cargo del negocio en 1892, haciendo las rondas ella misma. Y a pesar de que la BBC comenzó a transmitir la hora en 1924 y en 1936 se introdujo el servicio telefónico Speaking Clock, ella continuó dirigiendo el negocio durante casi 50 años, y usando siempre el mismo reloj de bolsillo de su padre, la Ref. 485/786 de John Arnold, actualmente Arnold & Son.

Mujeres en la relojería, actualidad

De acuerdo al censo de trabajadores y empresas en las industrias de la relojería y la micro tecnología suizas, realizado por la Federación de Empleadores de la Industria Suiza de Relojería. El 44.2% del sector son mujeres. Siendo el 1.2% cargos gerenciales. Suiza tiene un 6,7% de gerentes femeninas, mientras que el promedio internacional se eleva al 9%. Pese a esta condición desigual, este número continúa en ascenso.

El reloj de mujer

El primer reloj de pulsera fue diseñado en 1810 para una reina, Carolina Murat, una de las hermanas de Napoleón Bonaparte, quien encargó a Abraham-Louis Breguet (1747-1823) un reloj montado sobre una pulsera compuesta por cabellos trenzados con hilos de oro. Por su parte, en 1869, Patek Philippe fabricó su primer reloj de pulsera para una aristócrata húngara, la condesa Koscowicz.

Desarrollado en diferentes categorías: reloj joya, de cuarzo y mecánico, este instrumento no merecía la atención de los diseñadores dedicados a pensar en las necesidades de las mujeres. En décadas pasadas no había tantos modelos pensados para la mujer, simplemente se hacían versiones más compactas y refinadas, con engaste de diamantes. Todo ello debido a un porcentaje de venta generalizado aproximado de 70 – 30 en cuanto al negocio global de la industria. Esto ha cambiado dramáticamente en los últimos años y cada vez vemos mayor número de colecciones enfocadas a la mujer.

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