La firma Romain Jerome tiene una línea de guardatiempos fabricados con restos del Titanic.
Fue en 1912 cuando el barco más famoso en la historia colapsó contra un iceberg y ocasionó una de las tragedias marinas más terribles de la historia. Se tienen muchas teorías de lo que pudo haber pasado, de las vidas que se pudieron salvar y de lo que hubiera pasado si el Titanic hubiera zarpado más de una vez pero, aunque estas ideas siguen en el aire, lo cierto es que el navío se destruyó y con sus fragmentos cuenta su historia.
Para conmemorar la travesía del Titanic y homenajearlo como se merece, la firma suiza Romain Jerome tomó piezas originales extraídas del casco del barco y las mezcló con acero para crear una aleación especial combinada con cerámica, platino, oro y brillantes. El resultado es Titanic-DNA, una exclusiva línea de relojes con un pasado singular.
Crédito foto: Romainjerome.ch
Las agujas están inspiradas en el ancla del trasatlántico y su edición se limita a dos mil 12 piezas.