Robert es miembro de la mesa directiva desde 2002 de este gigantesco negocio y ahora expone su pasión en lujosos relojes.
Es tataranieto de Daniel Swarovski, fundador de la marca a finales del siglo XIX. Su pasión por la joyería y relojería así como las posibilidades infinitas -como él les llama- que se tienen a la hora de trabajar con ellos, lo hacen admirar cada vez más estos cristales que han marcado generaciones.
Buchbauer lanzó una colección de relojes en 2009 que tuvo resultados impresionantes; 85 mil unidades se vendieron en el primer año y para este 2016 la estimación es vender 1 millón de piezas.
Los relojes, repletos de estos famosos cristales, son modelos distintivos de la firma sin olvidar, claro, el inconfundible símbolo de la marca.
Octea, Daytime, Crystalline Oval y City son los modelos que se presentaron en la primera colección y ahora se añade a la lista la primera variante femenina con movimiento mecánico automático: el Crystalline Hours, diseñado por Eric Girour, quien se encarga de darle forma a relojes para otras firmas independientes.
Siendo el guardián de un legado familiar que incluye más de 2,500 tiendas con presencia en 5 continentes y más de 150 países, Robert Buchbauer está seguro que la colección será un éxito rotundo.