La magia es el hilo rojo que guía el proceso creativo de Cartier. Se alía con la audacia para sublimar las formas de la relojería de la Maison.
Esta dinámica de transformación se refleja en la nueva edición de Cartier Privé con el reloj Tank à Guichets.
Esta colección singular, referencia para los amantes de la relojería, desvela cada año una nueva interpretación de uno de los relojes emblemáticos de la Maison. Tras Tonneau, Tank Normale y Tortue, Cartier Privé te invita a leer la hora de una forma diferente. El Tank à Guichets, fabricado por primera vez por Cartier en 1928, pone la técnica al servicio del diseño para ofrecer una lectura numérica de la hora.
“Seis años después del Tank Louis Cartier, Louis Cartier fue un paso más allá en su búsqueda de la pureza con el Tank à Guichets. La hora se visualiza únicamente mediante dos aperturas en la caja. La esfera tradicional se sustituye por un único volumen: la caja, íntegramente elaborada en oro, de líneas sobrias y proporciones milimetradas. Con un mecanismo de horas saltantes y minutos continuos en el disco, la sofisticación de la técnica relojera está al servicio de la estética, como siempre en Cartier”: Pierre Rainero, Director de Imagen, Estilo y Patrimonio.
Los primeros esbozos del reloj Tank aparecieron en 1917, con una caja de líneas depuradas alineada con el brazalete, angarillas paralelas y una corona de cuerda a las 3 horas. El reloj no se comercializó realmente hasta 1919, pero esta “idea matriz”, llamada entonces Tank “normal”, ha dado lugar a muchas versiones hasta la actualidad. Como punto culminante de la investigación formal de Louis Cartier, es una unión perfecta de estilo y función.
En 1928, con el advenimiento del tren y el automóvil, la velocidad pasó a formar parte de la vida cotidiana. El tiempo debe leerse con rapidez, facilidad y sin vacilaciones. Cartier crea un reloj adaptado a estas nuevas necesidades. Libre de agujas, el reloj revela la hora a través de dos aperturas: una para las horas y otra para los minutos. Este modelo del Tank, que se dice que es el primero con una complicación, simboliza la expresión de la modernidad gracias a su diseño.
En la década de 1930, Cartier fabricó varios modelos de Tank à Guichets, todos ellos únicos. Son fruto de la investigación sobre el diseño, la forma de las aperturas, la manera en que las angarillas se integran en la caja, la colocación de la corona de cuerda y la elección de los materiales. En 1997, con motivo de los 150 años de la Maison, se editó una versión de platino con 150 ejemplares y, en 2005, la estética del Tank à Guichets entró en la Collection Privée Cartier Paris con una serie limitada de 100 piezas de oro rosa.
El nuevo reloj Tank à Guichets late al ritmo del movimiento 9755 MC de cuerda manual, calibre con horas saltantes y minutos continuos en el disco desarrollado especialmente para él. Como en el reloj original, la corona de cuerda está situada a las 12 horas. El satinado de la caja contrasta con las angarillas horizontales con acabado pulido, que acentúan la forma del reloj. La parte central es de oro o platino cepillado.
Esta nueva interpretación se centra en dos estéticas. El primer modelo retoma el aspecto del reloj de 1928, con la apertura de las horas a las 12 horas y la de los minutos a las 6 horas. Esta versión está disponible en oro amarillo, oro rosa o platino.
En el segundo modelo de platino, producido en una serie limitada numerada de 200 unidades, las dos aperturas están colocadas de manera oblicua. Este rasgo estilístico rinde homenaje a los años 30, a su riqueza creativa y a su refinamiento estético y formal.
