El encontrar y buscar joyas creadas con perlas no es una labor difícil, pero el de reconocer su tipo, es algo más complicado de lo que se pueda llegar a imaginar.
La historia de las perlas se puede remontar a tiempos prehistóricos donde se elaboraban únicamente y exclusivamente para la nobleza.
Debido al éxito de éstas, los bancos productores empezaron a agotarse, lo que provocó que surgieran nuevos métodos, tales como el de cultivo para obtenerlas.
Pero, sabe usted realmente ¿cuáles son sus diferencias?
Una perla genuina nace del dolor que un parásito genera en el interior de la ostra marina. Con el paso del tiempo debe sanar una irritación generada por dicho parásito y lo hace a través de una cicatriz que posteriormente se transformara en una bella y delicada perla.
El caso del método de cultivo, las ostras pasan por un proceso quirúrgico donde se implanta el tejido de un molusco donante, como consecuencia la ostra crea un saco en donde se implanta una esfera guía para su proceso de formación.
A través de este método las perlas son más regulares, pues existe un control sobre ellas mismas.
Crédito Foto: Mikimoto.com
Las perlas redondas son consideradas las más raras y su producción en el mundo abarca diferentes lugares, los más importantes son los siguientes.
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