La escultura llamada Globetrotter se viste de platino 950, el metal más prestigioso de la relojería. Arnold & Son reafirma así el valor, la elegancia y la modernidad de una de sus creaciones emblemáticas, que ha llamado la atención desde su lanzamiento por su originalidad y excelencia artesanal y mecánica.
No deja de admirarnos el diseño del Globetrotter Platinum, empezando por la cúpula que representa el hemisferio norte. América, Eurasia y África aparecen con un gran nivel de detalle. Los continentes se distinguen por el acabado rodiado y pulido, y el relieve de las cadenas montañosas está marcado con un acabado mate. Los océanos están pintados a mano con varias capas de laca azul enriquecida con nácar en polvo para intensificar la profundidad y el brillo. Las costas tienen un degradado más claro y Super-LumiNova, por lo que brillan en la oscuridad.
Por increíble que parezca, hay otro elemento aún más espectacular. Nos referimos al puente transversal calado de una sola pieza de oro de 18 quilates que sostiene la cúpula. Su centro está coronado por un rubí funcional que marca el eje de la hora universal. Los acabados son de la misma calidad que los de los mecanismos de Arnold & Son. No obstante, por el tamaño del puente se ha requerido más precisión. Cuenta con secciones planas pulidas, laterales satinados y amplios chaflanes biselados.
En la carátula, además del mapamundi, hay unos índices de oro de 18 quilates facetados y aplicados en dos planos. La parte inferior es de nácar teñido con un degradado de azul. El anillo de la hora universal está elaborado en zafiro transparente. La hora local se lee mediante las manecillas rojas que señalan los índices. Para consultar las horas del mundo hay que visualizar una longitud imaginaria desde el rubí del puente hasta el anillo de 24 horas.
El Globettroter Platinum mide 45 mm de diámetro y se complementa con una correa de piel de aligátor azul con forro de color rosa frambuesa. Su mecanismo es una belleza. Se trata del calibre A&S6022 de cuerda automática, hecho de pies a cabeza en la manufactura de Arnold & Son. Su masa oscilante de oro de 22 quilates es esqueletizada y luce una decoración guilloché con motivo Clous de Paris. Además, está decorado con los motivos tradicionales de la alta relojería, como la platina perlada, los puentes con Côtes de Genève rayonnantes, las ruedas satinadas y los tornillos achaflanados pulidos. Para combinar con el platino de la caja, el movimiento tiene un recubrimiento NAC antracita.
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