Algunas marcas de alta relojería tienen la buena costumbre de lanzar piezas dedicadas al 14 de febrero. Una de ellas es Blancpain, que desde hace más de dos décadas nos deleita con relojes que celebran el amor como un sentimiento duradero. Tiene sentido: para una Manufactura como ésta, la palabra efímero no existe en su vocabulario.
Y es que Blancpain tiene una historia robusta que se remonta a 1735, cuando Jehan-Jacques Blancpain se registró como relojero en el municipio de Villeret, Suiza. Su taller pasó de una generación a otra de su familia y llegó a ser una de las manufacturas más grandes de la región. Es una firma reconocida por su dominio de la mecánica y las técnicas decorativas tradicionales, pero también por la innovación. En 1930 creó el Rolls, el primer reloj de pulsera automático para mujer, y en 1956 lanzó el Ladybird, equipado con el movimiento circular más pequeño diseñado hasta entonces.
De hecho, su nueva creación amorosa es el Ladybird “Saint-Valentin 2022”. Como queda claro con sólo verlo, se destaca por el brillo de los materiales nobles y las piedras preciosas. Nos referimos al oro blanco de la caja de 34.9 mm de diámetro, un tamaño ideal, y a los 58 diamantes talla brillante finamente engastados en el bisel y las asas. El toque apasionado lo pone el tono rojizo del rubí de talla rosa en la corona. La correa de piel de aligátor es del mismo color y se ajusta a la muñeca con una hebilla de hebijón con diamantes.
En estos elementos ya hay suficientes pruebas de la experiencia de Blancpain en la fabricación de relojes femeninos perfectos. Pero aún falta mencionar la exquisita carátula de nácar blanco con unas cifras arábigas muy estilizadas y barnizadas de rojo, así como un círculo de diamantes que, según la firma, representa la dulzura, el ardor y la infinidad del amor. El segundero es una genialidad, pues representa una flecha que ha clavado un ardiente corazón. Es una referencia a Cupido, pero también a cómo en el amor cada segundo importa.
En el reverso de la caja, protegido con cristal de zafiro, se puede apreciar el movimiento automático calibre 1153. Diseñado y fabricado en los talleres de Blancpain, su platina, puentes y otros componentes están decorados según las reglas de alta relojería. Tiene una generosa reserva de marcha de cuatro días y la tecnología de silicio más avanzada. Esta digna celebración del amor, es una edición limitada a 99 ejemplares.
Ficha técnica Ladybird “Saint-Valentin” 2022
Caja: 34.9 mm, oro blanco, bisel y asas engastados con 58 diamantes, corona engastada con un rubí talla rosa
Movimiento: mecánico automático
Calibre: 1153
Frecuencia: 3 Hz ó 21,600 alternancias por hora
Reserva de marcha: 4 días
Funciones: horas, minutos, segundos
Carátula: nacar, círculo de diamantes
Brazalete: piel de aligátor roja
Edición limitada a 99 ejemplares
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