enero 13, 2022

El reloj más heroico de la historia celebra 65 años en 2022. Por ello, Omega decidió empezar enero con el lanzamiento del Speedmaster Calibre 321, hecho totalmente en Canopus Gold de 18 quilates, su aleación exclusiva de oro blanco. Como puedes ver, el resultado está a la altura del cronógrafo que llegó a la Luna con los astronautas del Apolo 11 en 1969 y que fue clave para salvar a los tripulantes del Apolo 13 en 1970.

Antes de conocer el nuevo modelo a fondo, vale la pena recordar que el Speedmaster apareció en 1957 como un cronógrafo pensado especialmente para pilotos de carreras. Además, aquel año Omega lanzó otros dos relojes herramienta que se volvieron clásicos: el Seamaster 300 y el Railmaster. Juntos, se les conoce como la “Trilogía profesional”.

En la década de 1960, la NASA realizó pruebas muy exigentes a relojes de varias marcas para escoger el más apto para las misiones tripuladas. El Speedmaster obtuvo los mejores resultados y, por ello, se convirtió en un instrumento indispensable para los astronautas. Desde entonces, se convirtió en uno de los grandes iconos relojeros contemporáneos y en objeto de deseo de los coleccionistas.

El Speedmaster Calibre 321 se basa en el modelo original, la célebre referencia CK 2915-1, bautizada como “Broad Arrow” por la ancha flecha de su manecilla horaria. Ese modelo fue el primer cronógrafo de pulsera del mundo con la escala de taquímetro en el bisel, en lugar de impresa en la esfera negra. Su legibilidad era muy buena, gracias al contraste de sus indicadores y agujas, y al equilibrio en el diseño de los dos contadores del cronógrafo y el segundero pequeño.

Omega Speedmaster Calibre 321 Canopus Gold

Sin embargo, mientras la caja y el brazalete del CK 2915-1 eran de acero, los del nuevo Speedmaster Calibre 321 son de Canopus Gold de 18 quilates, que se distingue por su brillo, blancura y durabilidad. Esto se debe a que la aleación incluye platino, rodio y paladio para darle color y estabilidad. Además, la escala taquímetrica del bisel está rellena con esmalte “Grand Feu”, un detalle exquisito.

La carátula mantiene el color negro, pero está hecha en ónix, por lo que la tonalidad es muy intensa. Las manecillas y los índices son de oro blanco de 18 quilates con tratamiento PVD de Canopus Gold. Por la disposición tri-compax, los totalizadores de 30 minutos y de 12 horas están a las 3 y las 6, y el segundero pequeño está a las 6.

Asimismo, hay una serie de elementos que harán las delicias de los milllones de aficionados del ‘Speedy’, como se le llama cariñosamente. La corona tiene el símbolo NAIAD de los primeros modelos CK2915, que servía para indicar que el reloj era resistente al agua.

En la esfera se usa un logotipo vintage de la marca y la tipografía con la “o” mayúscula ovalada, también presente en algunos CK2915. La cereza en el pastel es el legendario punto sobre noventa (DON o Dot Over Ninety) y el punto diagonal al número 70 en el bisel.

En cuanto al mecanismo, Omega lo equipó con el Calibre 321, el mismo que se usó en el Speedmaster CK 2915-1 y en los relojes de los seis Apolo que alunizaron. La manufactura retomó su producción en 2019 respetando sus especificaciones técnicas y estéticas. Se trata de un movimiento de carga manual con mecanismo de rueda de pilares, espiral Breguet y revestimiento PVD de oro Sedna de 18 quilates, otra aleación de la casa.

Por último, el cristal de zafiro del fondo tiene estampado el caballito de mar de Omega con ojo de zafiro azul. Cada reloj se entrega en una caja de madera inspirada en los estuches del Speedmaster original.