Elegir entre un reloj y una joya que adornen tu muñeca ha dejado de ser una disyuntiva. Especialmente, así es para la mujer moderna que busca elegancia y frescura, sofisticación y refinamiento.
Esto lo sabía muy bien una mujer apasionada por lo relojes, pero también de las joyas y los adornos para mujer: Betty Fiechter, quien, en 1933, se convirtió en la primera en dirigir una Casa Relojera. Junto con su sobrino Jean-Jacques Fiechter, también se les atribuye el primer reloj de buceo moderno, el Fifty Fathoms, lanzado en 1953.
Como verás, estamos hablando de casi 90 años de legado y de perfeccionamiento de los relojes joya de la Casa. El resultado ahora se manifiesta en siete nuevas versiones de Ladybird Colors, el cual, originalmente, en 1956, contaba con el movimiento redondo más pequeño.
Para la Casa relojera, Ladybird es el inicio de una nueva era de relojes femeninos, cuyos colores expresan atributos como la diversidad, el entusiasmo y la alegría, mientras que sus complicaciones técnicas y artesanía son prueba de que se puede tener todo en un modelo para mujer.
Color y brillo
Primeramente, destaca por la carátula en nácar blanco y los números arábigos en apliques de oro, los cuales forman un disco horario asimétrico coronado por el número doce.
La caja de 34.9 mm se presenta en oro rojo y oro blanco, mientras que el bisel, los cuernos y la corona cuentan con 59 diamantes engastados, sumando más de 2 quilates. Una banda de diamantes en forma de hojas de salvia caladas que rodean las agujas, y también realza los índices, le otorgan un brillo inigualable.
Esto se debe al delicado y elaborado trabajo de engaste, uno de los grandes atributos de esta pieza. Para lograr esta proeza de joyería, los expertos horadan el material con buriles para crear un filete de metal precioso a ambos lados de los diamantes, lo cual es clave para el brillo de la pieza.
Sin embargo, ahí no termina el trabajo artesanal: los diamantes se colocan uno a uno siguiendo una alineación precisa para que sus facetas reflejen la luz de manera uniforme. Este proceso exige precisión y experiencia para garantizar la calidad del trabajo y, sobre todo, evitar que se dañen las piedras.
Para sellar la delicadeza de esta pieza, se ofrecen siete combinaciones de cajas y correas. El modelo de oro rojo está disponible con una correa de cuero de aligátor en verde pavo real, azul noche o blanco satinado, mientras que la pieza de oro blanco está disponible con una correa de cuero de aligátor en amarillo limón, naranja mandarina, lila o blanco satinado.
Tal como se espera de una pieza como esta, las correas están equipadas con una hebilla de hebijón, o desplegable de oro engastada con nueve diamantes.
Mecánica
La mayor ventaja de un reloj joya de una Manufactura como Blancpain, es la calidad de su movimiento. Esta pieza late gracias al calibre 1150, con espiral de silicio y cuatro días de reserva de marcha.
A su vez, tres aspectos lo caracterizan: combina una platina perlada con puentes biselados y satinados, decorados con Côtes de Genève; integra una masa oscilante de oro calada para mayor visibilidad; e integra un diamante de talla rosa sobre la corona.
Ficha técnica
Calibre: 1150
Espiral: silicio
Funciones: horas, minutos, segundos
Reserva de marcha: 4 días
Caja: oro rojo o blanco; 34.9 mm
Hermeticidad: 30 metros
Carátula: nácar blanco
Fondo: cristal zafiro
Engaste: 126 diamantes, 2.2 quilates
Correa: piel de aligátor.
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