Como en todo, un mantenimiento y cuidado oportuno nos ahorrará dolores de cabeza y gastos; eso aplica también para la relojería. Pensemos en micromecánica, dentro de la caja (independientemente del material) se encuentran pequeñas piezas altamente delicadas que pueden ser fácilmente dañadas, por lo consiguiente, la precisión ya no será la misma.
Los relojes atraviesan por un exhaustivo proceso de fabricación con el fin de lograr una máquina confiable. Pero, en el momento en que el reloj llega a nuestras manos, nosotros somos los responsables de cuidarlo de factores externos que pueden intervenir en el buen rendimiento. ¿A qué nos referimos? La temperatura, polvo, hermeticidad, golpes, humedad, magnetismo, son sólo algunas causas que restan buena funcionalidad.
Antes de explicarte los temas anteriores a profundidad, recuerda que lo más importante es leer detalladamente tu manual de instrucciones. No todos los relojes son iguales, por lo que no comparten el mismo uso ni cuidado.
¿Cómo afecta la temperatura?
La contracción o expansión de algunos materiales tienen una repercusión en la precisión. Exponer nuestro reloj a temperaturas extremadamente bajas o altas no es una buena idea, es mejor estar alejados de estos elementos ambientales. Claramente, existes modelos que permiten ciertas temperaturas. Antes de suponer, revisa tu manual.
¿Qué es la hermeticidad?
Es la protección contra la infiltración de polvo y agua que requiere un reloj. Por ello, recomendamos leer cuidadosamente el manual del reloj y llevarlo a un servicio oportuno para revisar el estado de las juntas. Debemos tener en cuenta que exponer un reloj a saunas, baño de vapor, etcétera, puede acelerar el daño por la temperatura.
Guía de hermeticidad
< 50 m | No es recomendable mojar el reloj. Leves salpicaduras |
50 m | Ducha o baño. Baño tranquilo en una piscina. |
100 m | Natación, deportes acuáticos en superficie. |
200 m | Esnórquel, buceo libre a escasa profundidad. |
> 200 m | Buceo recreativo con equipo de inmersión. |
> 500 m | Buceo profesional. *Relojes con válvula de helio. |
¿Y el magnetismo?
Cuando nuestro reloj se adelanta o se atrasa, posiblemente está sufriendo por la consecuencia de magnetismo. Esto se debe a que las partes metálicas en el interior del reloj se magnetizan, se pegan y generan el mal funcionamiento, incluso puede ocasionar que se detenga. Es quizá el enemigo número uno del un reloj mecánico, y la mala noticia es que en nuestra vida diaria estamos influenciados por una carga importante de imanes, celulares, altavoces, secadoras de cabello y televisores, ¡por todos lados tenemos fuentes magnéticas! Afortunadamente, las marcas de mayor renombre invierten en desarrollo de materiales que consigan aislar el magnetismo.
¿Qué hay de los golpes en un reloj?
Para cada momento y escenario hay un reloj adecuado. Si practicas deportes de alto impacto lo recomendable es que optes por otro tipo de reloj. Cualquier golpe brusco puede afectar los componentes que conforman el mecanismo. Hoy, podemos encontrar modelos con sistemas de absorción de golpes, volvemos a la importancia de leer la guía para el usuario.
No olvides
- Tener siempre la corona de tu reloj perfectamente atornillada antes de sumergirte al agua (revisa la hermeticidad de tu reloj por lo menos cada año).
- Nunca accionar la función de cronógrafo o pulsadores bajo el agua.
- Después de una inmersión en el mar no olvides pasar tu reloj por un enjuague de agua dulce.
- No uses tu reloj mientras estás expuesto a químicos fuertes, como solventes, ácidos y químicos alcalinos.
El cuidado que le prestes a tu reloj te garantiza un buen funcionamiento y, te aseguramos, lo disfrutarás por mucho tiempo.
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