Si recibiste un reloj en esta Navidad, en tu pasado cumpleaños o incluso como sello de tu más reciente compromiso; pero también si eres apasionado de los relojes y te identificas como coleccionista, estos tips pueden ayudarte a disfrutar de tu selección relojera.
Uso adecuado
Puede parecer un consejo sumamente básico pero no lo es. No basta con utilizar tu reloj todos los días o únicamente en ocasiones especiales. Cada reloj tiene una función; existen relojes ideales para portar a diario, pero también los hay para disfrutarlos en condiciones particulares. Por ejemplo, un reloj de oro se rayará con mayor facilidad a uno de acero, es por ello que si tienes la suerte de adquirir o poseer uno deberás considerar este factor. Igualmente un reloj tradicional de vestir no viene bien en un ambiente de gran humedad, así que si vives en la playa busca algo más robusto. Finalmente, el uso cotidiano puede representar golpes, raspones y rasguños, por ello puedes ajustar algunas de tus rutinas básicas como dejar el reloj en una superficie segura cuando realices actividades como: labores de hogar, mecánica, construcción etcétera. Asimismo, cuando vayas a dormir retírate el reloj de la muñeca y guarda apropiadamente o descánsalo en un buró libre de riesgo de caídas.
Alerta a las señales
De manera similar al automóvil, nuestros relojes requieren de servicio, pero contrario a los vehículos, nuestros relojes no cuentan con un indicador de cambio de aceite, revisión de motor o alerta de presión de aire en los neumáticos. Es por ello que te recomendamos estar atento a las siguientes señales:
- Se adelanta o se atrasa
- Pulsadores o correctores no funcionan correctamente o se atascan
- La corona gira sin cambiar fechador o agujas
- El segundero se adelanta
- El cristal presenta humedad
- Si al momento de moverlo se escucha un ruido en el interior
Nota: los relojes son maquinarias formadas por engranes y piezas elaboradas artesanalmente de la forma más delicada, algunos relojes toman meses e inclusive años para estar listos, por eso es importante que tener en cuenta que todas las piezas cuadren entre sí, garantizando el perfecto funcionamiento. Si alguna de estas piezas está suelta o presenta algún daño externo, el reloj no funcionará bien y otros componentes podrían sufrir daños si no se atiende a tiempo.
Guárdalos correctamente
Saca tus relojes del cajón de los calcetines y al organízalos apropiadamente. Si son relojes de cuarzo-pila, requerirán una caja acolchada y cerrada para cuidarlos del polvo y humedad. Pero si son automáticos te convendría adquirir un estuche con mecanismo rotor programable, a fin de mantenerlos cargados y funcionando. Toma en cuenta que el mejor estado de tu reloj es el trabajo, así que mantenerlo cargado es lo mejor que puedes hacer por su mecanismo. Estos estuches cuentan con motores que rotarán tus relojes simulando el movimiento de tu muñeca, y con ello cargarán la cuerda en su interior, los hay de diferentes calidades y precios, definitivamente invertir en uno o varios es lo que te aconsejamos. Finalmente, si cuentas con relojes de carga manual también es importante almacenarlos en estuches apropiados que les cuiden de: polvo, humedad, rayos UV, y te recordamos darles cuerda cada 1 o 2 días dependiendo su reserva de marcha.
Limpieza exterior
Cuidar tu reloj es esencial para que su funcionamiento y diseño no pierdan atributos. Es importante conocer tu pieza y determinar si es necesario acudir con un relojero experto para una limpieza profesional o, si sólo es necesario un cuidado mínimo. Si tu reloj está sucio por: maquillaje, grasa, polvo, etcétera, podrás seguir estos 3 sencillos pasos para mantener su apariencia intacta:
- Asegúrate de que la corona gire correctamente. Posteriormente atorníllala bien para evitar que ingrese cualquier líquido al interior del reloj.
- Necesitarás un recipiente con agua y jabón y un pañuelo de microfibra. Remoja el pañuelo en el recipiente y limpia el reloj con movimientos suaves y circulares que vayan en un mismo sentido.
- En un recipiente con agua limpia, sumerge tu reloj. Una vez quitando el excedente de jabón, utiliza una microfibra totalmente seca y pásala sobre la carátula y el brazalete.
Nota: cada reloj es diferente, y te recomendamos que revises tu manual de propietario dependiendo el reloj que hayas adquirido, recuerda que no se limpia igual una caja de acero que una de oro, o metal precioso. Lo mismo sucederá con un brazalete, pulsera de caucho, piel de becerro o NATO, tómalo en cuenta.
Dale cuerda de manera adecuada
No importa si es manual o automático, este paso es esencial para mantener en buen estado tu reloj. En ocasiones hemos notado que propietarios relojeros toman un reloj automático sin carga y lo sacuden fuertemente para activar el movimiento del rotor y con ello remontuar la pieza. ¡No lo hagas! Esto puede ocasionar un fuerte daño a la maquinaria que, si bien es robusta, puede llegar a sufrir un desajuste en el tren de engranaje o incluso provocar que alguna pieza se rompa o fracture. ¿Qué pensarías si estuvieras dormido y te sacudieran para despertarte?
Todos los relojes automáticos cuentan con la función de remontuar de manera manual, así que puedes liberar un paso la corona y girar contrariamente a las manecillas del reloj unas 30 o 35 veces. Y si cuentas con un reloj de carga manual te recomendamos realizar el mismo ejercicio cada día por la mañana.