Después del tradicional 3 manecillas y el fechador simple, el cronógrafo es la complicación más buscada por los amantes a la relojería. Esto se debe no sólo a su funcionalidad, sino a su aspecto robusto con toque deportivo. Los cronógrafos presentan una función altamente solicitada y realmente útil para la vida diaria, no obstante su enfoque actual ofrece un tipo de reloj cronógrafo especializado que se adaptará a lo que realmente te funcione o vaya con tu estilo de vida.
Si eres apasionado de las competencias de motor, del desarrollo tecnológico y cultura aeroespacial, del mar y la exploración oceánica, o si necesitas un cronógrafo para realizar cálculos profesionales porque te dedicas a la aviación, la industria relojera tiene un abanico impresionante de opciones, y en Ultrajewels te compartimos 5 must have…
TAG Heuer Carrera: el lado racing del cronógrafo
El histórico crono de Heuer nació de la inspiración de Jack Heuer en la Carrera Panamericana, una historia excepcional que acompaña al Carrera desde su lanzamiento hace 61 años, convirtiéndose en el modelo más exitoso de la Casa de La Chaux -de- Fonds. La más reciente adición a la colección es el TAG Heuer Carrera Extreme Sport. La construcción de la caja, que integra un contenedor y dos barriletes en el lateral, permite una combinación perfecta de materiales. Este innovador enfoque mejora la durabilidad y subraya el compromiso de TAG Heuer de superar los límites de la relojería. En el lateral, una estructura parcialmente esqueletada luce un acabado pulido chorro de arena le confiere una estética dinámica y sofisticada, que evoca el espíritu de los deportes de motor y la adrenalina.
El elemento central de los nuevos relojes es la distintiva carátula esqueletizada, ingeniosamente reinventada para una mejor legibilidad. El intrincado patrón, que ahora presenta líneas negras audaces, garantiza una legibilidad sin esfuerzo al tiempo que oculta elementos sutiles como un escudo anclado en su centro, un sutil guiño al icónico logotipo de la marca. Esta configuración invita a los entusiastas a adentrarse más en su encanto mecánico, que evoca el universo de los coches.
Omega Speedmaster: el cronógrafo espacial por excelencia
Los relojes icónicos siempre serán reconocidos en el metal y especificaciones con las que se presentaron, no obstante uno de los puntos a favor de un clásico es la posibilidad de reinventarse. Si bien Speedmaster nació como reloj de acero inoxidable, las múltiples referencias han hecho de esta pieza un objeto de culto y colección indiscutible. Este mítico instrumento se asocia a la NASA y fue el primer instrumento de precisión en su especie en viajar a la Luna con la misión Apolo 11. Este 2024 Omega presenta un par de referencias en dualidad de metales, sacando provecho de su notable alquimia en materiales y haciendo eco al trend bicolor de los últimos años. Speedmaster Moonwatch luce acero inoxidable y oros: Sedna (rosa) y Moonshine (amarillo). En ambos casos las dimensiones tradicionales se mantienen, pues la caja se extiende hasta los 42 mm de diámetro y alberga el calibre con escape coaxial de cronógrafo guiado por levas 3861, dotado de certificación como Master Chronometer, mismo que es admirable desde el fondo de cristal de zafiro en ambos casos.
Zenith El Primero: el ave fénix de la alta frecuencia
El primer reloj cronógrafo automático de alta frecuencia de la historia, este excepcional modelo puede presumir que sobrevivió a la etapa del cuarzo y a la venta de la marca a manos de una marca americana de tecnología. Su construcción y robustez son impecables, tanto que este motor ha sido empleado por uno de los cronos más buscados por los coleccionistas en honor a Daytona y a sus míticas 24 Horas. Este 2024 la marca presentó un Chronomaster Sport en color verde, pero la magia de esta pieza reside en su interior, ya que porta el fantástico calibre de cronógrafo automático Striking 10th, con marcha de alta frecuencia a 5 Hz y, dotado de ésta, posibilita la indicación de las décimas de segundo. Para ello, Zenith reemplazó el segundero central del cronógrafo de 60 segundos por uno que era seis veces más rápido, permitiendo así una legibilidad con detalles seis veces mayor.
Breitling Navitimer: el cronógrafo de aviación definitivo
En 1952, la reconocida Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeronaves de EE. UU. (AOPA) se acercó a Willy Breitling y le pidió que creara un nuevo cronógrafo para sus miembros. Decidió desarrollar un innovador instrumento de muñeca que permitiría a los pilotos realizar todos los cálculos de vuelo necesarios, incluida la velocidad promedio, la distancia recorrida, el consumo de combustible, la velocidad de ascenso o descenso y la conversión de millas a kilómetros o millas náuticas. En aquella época, los cálculos requerían una regla de cálculo logarítmica. Por ello, Willy Breitling adaptó la regla de cálculo logarítmica original del Chronomat de los años 40 para fines aeronáuticos y la integró en un bisel giratorio, rodeado de pequeñas cuentas para facilitar su manipulación.
Este 2024 la marca presentó una edición limitada -250 unidades- del Cosmonaute B12 Automatic enfocado a la vida cotidiana. Dotado del calibre B12 de Breitling, esta pieza cuenta con un cronógrafo automático, carátula de 24 horas y la fantástica regla de cálculo del Navitimer, todo albergado en una caja de oro rojo de 18 quilates*, y dotado de una bellísima carátula en color verde. La pieza exhibe su intrincada mecánica desde el fondo de cristal de zafiro. Este movimiento manufactura ofrece 70 horas de reserva de marcha, y se corona con una inscripción que lee: «First Swiss Wristwatch in Space/Navitimer Cosmonaute May 24, 1962».
Tudor Black Bay: tritón de la precisión
Desde 1954, la marca ha mejorado de forma constante sus relojes de submarinismo profesionales. El modelo Black Bay Chrono combina ambas tradiciones en un cronógrafo deportivo perfecto para los más puristas, con totalizadores en contraste y calibre de manufactura automático, una rueda de pilares y un embrague vertical de alto rendimiento. Para aumentar su personalidad, este reloj presenta una carátula que saca provecho de la larga tradición de Tudor de incorporar diales azules en todas las líneas de la colección. Esto ha dado lugar a la noción de «azul Tudor», destacando su permanencia en la estética característica de la firma. Son de particular interés las dos gamas de modelos que inspiraron el Black Bay Chrono Blue: los relojes de submarinismo, como el famoso Snowflake Tudor Submariner azul, y los cronógrafos, como el cronógrafo Montecarlo Oysterdate azul. Ambos modelos son emblemáticos de la producción de la marca de los años setenta.
Fiel a la estética del Black Bay, el modelo Black Bay Chrono adopta como suyas las populares agujas snowflake, un distintivo de los relojes de submarinismo de la marca desde 1969, en una versión perfeccionada que garantiza una legibilidad óptima en su carátula azul abombada con dos subcontadores huecos plateados. El diseño de la carátula, inspirada en la primera generación de cronógrafos Tudor, incluye un contador de 45 minutos y una ventanilla para la fecha situada a las 6 horas.