Esta icónica caja recuerda la hermeticidad de las ostras y su fabricación revolucionó a la industria relojera.
El autor y la mente detrás de esta caja de Rolex es Hans Wilsdorf, quien describió al modelo que la llevaba como “el mejor reloj de pulsera del mundo”. Esta pieza supuso un parteaguas en la creación de guardatiempos en 1926 y hoy sigue dando mucho de qué hablar.
Por medio de una caja con bisel, Rolex logró proteger perfectamente el calibre en su interior alejándolo de factores que lo pudieran dañar como el agua y el polvo.
El sistema “Perpetual” es otro de los grandes aciertos de Mr. Wilsdorf definido en las patentes de la época como un mecanismo de cuerda automática de rotor libre que, tiempo después, se convertiría en el estándar de la industria relojera.
90 años han pasado desde las innovaciones de esta firma, ¡pero el espíritu de “Oyster” y los ideales de Rolex permanecen intactos!
Con el paso del tiempo la firma ha realizado algunas modificaciones y mejoras a la caja en cuestión pero nunca dejará de ser un clásico relojero digno de honra y mucho orgullo.
Crédito: brokeragesdaytrading.com